miércoles, 4 de junio de 2014

Sexo, género y diversidad

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 4 de junio  de 2014

El cerebro humano tiene una tendencia innata a ver las cosas en blanco y negro. Cuesta trabajo superar esa primera impresión, mediante un análisis más cuidadoso, para percibir la realidad como una gama de grises entre esos dos extremos… o incluso como todo un surtido de colores posibles.

Por eso, cuando en la más reciente edición del Festival de Canto Eurovisión la triunfadora fue la hoy famosa Conchita Wurst, el público y los medios de comunicación se sintieron confundidos. ¿Era una “mujer barbuda”, como la definieron los periódicos? ¿Un hombre travestido? La imagen de Conchita perturbó la clásica dicotomía hombre/mujer que normalmente damos por sentada.

En realidad Conchita es un personaje creado por un artista, el austriaco Thomas Neuwirth, de 25 años. Neuwirth es hombre, pero ¿y Conchita, su álter ego? No es un hombre queriendo parecer mujer: la barba lo desmiente (en su vida diaria, paradójicamente, Neuwirth no la usa). Pero tampoco es, evidentemente, una mujer.

Mucha gente cree que, ante casos que desafían los roles sexuales tradicionales, basta con agregar lo que algunos definen, con muy poco acierto, como “el tercer sexo”: los homosexuales. Y sí: añadir esa categoría, y la adicional de los bisexuales, que se encontrarían a la mitad en la escala de grises entre hetero y homosexualidad, parecería a primera vista resolver el problema.

Pero, aunque Neuwirth es gay, Conchita es otra cosa. Su existencia es un intento valiente de mostrar que no todas las personas caben en categorías preestablecidas. (Desgraciadamente, no han tardado en surgir las manifestaciones de repudio y hasta odio en países como Rusia, donde la homofobia y el rechazo a la diversidad parecen ser la moda, como si quisieran regresar al siglo XVIII).

Otro caso reciente es el del pequeño Ryland Whittington, de San Diego, California, hoy de seis años y que nació siendo niña, pero que desde que comenzó a hablar afirmó ser “un niño”. Sus padres han aceptado la identidad de su hijo, y gracias a un video publicado recientemente en internet se han convertido en ejemplo del respeto a la diversidad de género. Ryland es entonces un niño transgénero, no “una niña”, como erróneamente se publicó en muchos medios.

Quizá el problema es que en estas discusiones se confunden varias categorías. La más evidente, y a la que tendemos a reducir todo, es el sexo biológico: hay machos y hembras. Y creemos que todo individuo tiene que caber en una de estas categorías. Pero existen también los hermafroditas: individuos que, por diversas razones (genéticas, cromosómicas, hormonales, etc.) poseen órganos sexuales y caracteres sexuales secundarios intermedios entre ambos sexos. La cantidad de individuos intersexuales es más alta de lo que se cree (hasta 1% de la población), y abarca toda una gama de posibilidades entre los dos extremos.

Otra dimensión es la orientación sexual: hacia quién se siente uno atraído: existen así homosexuales, bisexuales, heterosexuales y todas las posibilidades intermedias (incluyendo a los que se definen como “asexuales”, aunque esto confunde todavía más las cosas).

Y una más es la identidad de género: con cuál genero nos identificamos –masculino, femenino, andrógino y sus grados intermedios– y cómo lo expresamos en nuestra imagen externa y nuestro comportamiento. Hay homosexuales afeminados y otros varoniles, igual que los hay heterosexuales, sean hombres o mujeres. Y hay, por ejemplo, varones heterosexuales que se asumen como hombres pero que gustan de travestirse.

Tom Neuwirth es gay, pero Conchita no ha hecho pública su orientación sexual. Y el pequeño Ryland, en caso de que le gustara el sexo opuesto al que él ha asumido, tendría que ser definido como heterosexual.

La pareja formada por los argentinos Alexis Taborda y Karen Burselario, que ha saltado a la fama por ser ambos transgénero (él nació como mujer, y ella como hombre) y porque él está embarazado y dará a luz al hijo de ambos (pues no se han operado para cambiar sus sexos biológicos; es por eso que el término “transexual” sería inadecuado para describirlos), termina de mostrar que hoy día, gracias por un lado al reconocimiento de la diversidad sexogenérica y los derechos de la población LGBTTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transexuales e intersexuales), junto con los avances científicos, médicos, sociales y jurídicos que permiten una gran fluidez en
las identidades, hacen que hoy los conceptos clásicos de hombre y mujer resulten ya limitados e insuficientes. Al menos para una parte minoritaria, pero no por ello menos importante, de la población.

No hay duda: aunque existen el blanco y el negro, quien así lo desee (o lo necesite) dispone hoy de toda la gama del arcoíris para construir su propia identidad. Y los demás debemos respetarla.

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Contacto: mbonfil@unam.mx

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8 comentarios:

Chato Wilbury dijo...

ahora, esperemos 20 años para ver el resultado de este boom en las sociedades futuras... como educaran los padres a sus hijos? cambiaran los libros de texto? como avanzara la ciencia encaminada por las leyes que estan por surgir? si actualmente se requiere de un macho para fecundar una hembra, que investigaciones se llevaran a cabo para que el resto de la diversidad encuentre equidad medica y social? con que velocidad se daran estos cambios? la suficiente para que los padres puedan prepararse para responder estas dudas a sus hijos?

Anónimo dijo...

Avanzamos a pesar de los intentos de decimononizarnos. Parece que es necesario poner el tema en el debate público para que su conocimiento diluya el mismo debate.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Una disculpa por usar este foro para este asunto en apariencia muy diferente a la tematica de “la ciencia por gusto”. Una atenuante: el Tocayo, en múltiples ocasiones anteriores, manifestó que este no es un espacio únicamente de temas científicos, sino mas amplio, un ESPACIO DE OPINIÓN. En numerosas ocasiones, se ha hablado de religión, de polticias publicas, de leyes apoyadas o combatidas, de personajes públicos. Algo que aquí se ha combatido mucho es la existencia de prejuicios, ignorancia, falsedades.
Bien, recuerdo que en alguna ocasión una fuente citada por el Tocayo para respaldar argumentos, fue el binomio de diario La Jornada y el semanario Proceso. En esas ocasiones yo le manifesté que acudir a ese par de fuentes es mala idea, en múltiples ocasiones se han manifestado ambos medios como parciales, sesgados intencionadamente hacia una versión de hechos y hasta mentirosos. En varias ocasiones.
Lo siguiente es un artículo interesante del periodista Jorge Fernández Menéndez, publicado el 4 de junio en Excélsior, que ejemplifica lo que comento. ¿Qué comentario se merece una periodista, que diríamos cualquiera de nosotros, si en un articulo de Proceso, se dice que el hijo secuestrado y muerto, ni estuvo secuestrado y es mas, no está muerto? ¿Qué sentiríamos nosotros en caso de estar en los zapatos de Isabel Miranda de Wallace?. Les dejo el inserto, piensen que opinan de Proceso:
“Florence Cassez fue liberada ignorando la prueba más importante que existía en su contra: las declaraciones de las víctimas de la banda en la que participaba Florence, víctimas que la identificaron plenamente, que contaron cómo participó en los secuestros y cómo abusó de ellas. No importó: los acuerdos políticos y los grupos de presión, algunos legítimos, otros con fines que parecen ser inconfesables, permitieron que recobrara su libertad. Nunca fue declarada inocente porque eso legalmente era imposible, se alegaron fallas de procedimiento para que quedara en libertad, pudiera ser enviada a Francia y se diera, con ello, un duro golpe a la credibilidad de la gente en el sistema de justicia. Pero su liberación enseñó el camino que podían recorrer otros delincuentes.

Ahora estamos ante otra campaña infame, imposible calificarla de otra manera. Pocas cosas son más viles que la campaña que se está realizando en contra de Isabel Miranda de Wallace, asegurando, sin prueba alguna, o refriteando pruebas presentadas hace años y rechazadas en su momento, aduciendo, entre otras cosas, que su hijo, Hugo Alberto, que fue secuestrado y asesinado el 11 de julio de 2005, en realidad está vivo y que no existió ni siquiera un secuestro. Todo para liberar, en una campaña realizada por un grupo denominado México por Florence Cassez, a una de las secuestradoras de Hugo Alberto Wallace, una joven llamada Brenda Quevedo, abriendo la puerta así a los otros cinco implicados en ese secuestro.

Hoy, Isabel Miranda de Wallace, que se ha convertido desde hace meses en el objetivo de ese grupo, presentará nuevas pruebas que desmienten lo publicado, en realidad, recuperado de notas añejas y desmentidas por las propias autoridades en su momento, este fin de semana por la revista Proceso.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

(sigue)...
El hecho es que los secuestradores de Hugo Alberto han reconocido ampliamente su participación en ese crimen. Jacobo Tagle, que tuvo una participación directa en los hechos y fue el último en ser detenido, afirmó en su declaración ministerial que otro implicado en el secuestro (César Freyre, que ya está condenado a 70 años de prisión por esos hechos) le llamó por teléfono y le pidió que fuera a su casa. Cuando Hugo Alberto Wallace también llegó al lugar (llevado con engaños), Freyre lo encañonó y comenzó a golpearlo. Luego, los hermanos Tony y Alberto Castillo lo arrojaron sobre un colchón que había en el suelo. En ese momento, según Tagle, “a Hugo le dio un paro cardiaco y perdió la vida”. Fue cuando decidieron tratar de cobrar igual un rescate y deshacerse del cadáver. Tagle y Freyre compraron una sierra eléctrica, que los hermanos Castillo usaron para descuartizar el cuerpo. Más tarde, Tagle y Freyre cargaron los restos desmembrados a un automóvil y lo arrojaron en bolsas a un canal de Cuemanco, en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México. Antes, le habían tomado fotos al cuerpo de Hugo Alberto, queriendo hacerlo pasar como si estuviera con vida. Según la declaración de Tagle, Brenda Quevedo Cruz fue la encargada de escribir los mensajes que enviaron a Isabel Miranda para pedir el rescate de un millón y medio de pesos por su hijo.

Junto con Tagle, hay otros cinco detenidos que participaron directamente en el secuestro y asesinato: César Freyre Morales, Alberto y Tony Castillo Cruz, Juana Hilda González Lomelí y Brenda Quevedo Cruz.

¿Qué es lo nuevo? Que, siguiendo el camino Cassez, todos los detenidos niegan ahora su participación en los hechos, aseguran que sus declaraciones fueron sacadas mediante torturas (a pesar de que, como en el caso Cassez, hay otras pruebas testimoniales en su contra) y todos, obviamente, dicen ser inocentes. La defensa legal de Brenda Quevedo la lleva un exdirector de la Interpol México, que fue detenido en la llamada operación limpieza en 2008 y que quedó en libertad al inicio del sexenio, Rodolfo de la Guardia. Es el mismo abogado que lleva el caso de Sandra Ávila, la llamada Reina del Pacífico, que también busca su libertad.

Hoy, Isabel Miranda, a la que no le perdonan que se opusiera en forma tan determinante a la liberación de Florence Cassez, presentará más elementos para desmontar esta juego de mentiras y falsedades.”

Odette Hdz Par dijo...

Mas que requerirse de toda esta explicación científica, debiera promoverse una cultura de respeto a las diferencias para disminuir los prejuicios. Cada quién que sea como quiera ser, siempre que no haga daño a nadie. Una cultura de respeto es la clave.

Unknown dijo...

Las mentes educadas y "progresistas", tachan inmediatamente de retrógrado, intolerante, oscurantista, etcétera a cualquiera que tenga una opinión contraria a toda esta ideología de género; sin embargo, es un hecho DEMOSTRABLE que organizaciones internacionales con fines perversos están detrás. Cuando alguien denuncia esto se le califica de "conspiranóico" pero les recomiendo que busquen en YouTube entrevistas a Neydy Casillas, valiente mexicana que cuenta todo lo que ha visto en la ONU.

Anónimo dijo...

Otro anonimo.

Yo creo que el problema es que muchas veces esas "estadio" intermedios entre los extremos no son asimilables por nuestros cerebros, lo que nos impula a rechazarlos por inasimilables. A mi me pasó con los transgénero, es un concepto que no me cuadra en el cerebro, y no es porque no lo entienda, es lo que sucede cuando uno dice: "lo veo y no lo creo".

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Tocayo, en esto como en todos los temas que se tocan en este espacio, NO HAY VERDADES ABSOLUTAS. Ni la que pudiera tacharse como consrvadora (solo hay machos y hembras) como la que pudiera ser la mas radical liberal (tantas identidades como colores de arcoíris). A mi me parece que en este asunto TODO es cuestión de percepción. Yo percibo que desde que dejamos de ser esclavos de la selección natural, han aparecido de manera creciente estas variaciones. Que sin un esquema sencillo de machos y hembras, habrían crecientes desventajas reproductivas y de sobrevivencia de la especie. Pero, como somos de lejos una especie dominante, solamente nuestras propias equivocaciones podrían descarrilar nuestra supervivencia.
No obstante, de nuevo a nivel de PERCEPCION, creo que la confusión creciente de defincion de generos, de roles y de la reproducción humana, impactará de hecho nuestra sociedad. Para mal.
Y percibo que esta nueva y creciente diversidad sexual, no es una normalidad. Así como la hemofilia no es una normalidad, es una realidad muy explicable, pero no una normalidad. Aun asi, no se discrimina ni al hemofílico, ni al diabético, ni al albino… tienen derecho a su aceptación, a su vida y plenitud… PERO SU CONDICION NO ES UNA NORMALIDAD. Normalidad no es lo mismo que aceptación de lo que ya es.
La homosexualidad, salvo por motivos solo organicos, percibo que no implican una normalidad. Pero repito, no es pretexto para regatearles sus derechos humanos. Aun asi, el que tengan pleno uso de derechos, no quita entender que homosexualidad por motivos no organicos NO ES NORMALIDAD.
Es mi percepción personal.