La ciencia por gusto
Martín Bonfil Olivera
Cómo tratar a los charlatanes
18-enero-06
Charlantes hay en todos lados: desde el que nos pregunta dónde quedó la bolita hasta el que nos quiere vender champú con ADN de canguro para que nuestro cabello brille más.
El problema es que algunos se hacen pasar por científicos, y entonces no es tan fácil ignorarlos o darles la vuelta. Se impone algún tipo de respuesta, sin darles a la vez la oportunidad de aprovechar su popularidad para ponerlo a uno en ridículo como un "científico intolerante y dogmático". Cosa que sucede con bastante frecuencia cuando charlatanes y científicos se enfrentan en debates televisivos: los científicos acaban siendo los aguafiestas que no quieren aceptar que existen "otras visiones" de la realidad (y es que tales visiones sí que existen, sólo que no son científicas).
MILENIO Diario reportó ayer un magnífico ejemplo (aunque quizá involuntario) de cómo se puede tratar a los charlatanes más burdos: pitorreándose de ellos. Se trata de unos muchachos yucatecos que planearon un pequeño engaño para burlarse y quizá aprovecharse de Jaime Maussan, el conocido "experto" en el llamado fenómeno OVNI (es decir, la creencia de que cuando vemos una luz o un puntito en el cielo y no sabemos qué es, ello constituye prueba "científica" de que nos visitan civilizaciones extraterrestres).
Maussan es bien conocido por presentar videos o fotos de objetos borrosos, mal iluminados y provenientes de fuentes poco confiables, y a continuación afirmar que son pruebas contundentes de la presencia de extraterrestres en nuestro planeta. También acostumbra tachar a todo aquel que cuestione sus "pruebas" de dogmático y cerrado. Lo que lograron los jovencitos yucatecos, que según MILENIO sólo pretendían "sacarle una lana" a Maussán, fue demostrar lo poco confiable de sus criterios.
Para ello utilizaron un teléfono celular con cámara y una máscara de hule comprada en un carnaval en Mérida. La filmación muestra a un supuesto extraterrestre que se oculta ("desaparece", según Maussán) detrás de un poste. ¿Precario? Quizá, pero el pez mordió el anzuelo: "La evidencia extraterrestre" fue transmitida por Televisa durante la pasada edición del programa Otro rollo, que conduce Adal Ramones", reporta MILENIO.
La estrategia de caballo de Troya de estos jóvenes ha sido usada en muchas ocasiones para demostrar la poca credibilidad de algún charlatán. Pero no siempre se puede tratar así al enemigo: hay ocasiones en que uno no puede simplemente pitorrearse, y se hace necesario buscar tácticas más elegantes. Es lo que hizo la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) para dar cachetada con guante blanco a los extremistas religiosos que insisten en introducir visiones creacionistas en las clases de biología en los Estados Unidos (disfrazadas, claro, con el ropaje seudocientífico de la teoría del "diseño inteligente").
En su edición del pasado 23 de diciembre Science, la revista de la asociación, publicó su nombramiento del "avance científico del año", distinción que otorgó nada menos que a la evolución.
Aunque no precisamente a la teoría formulada por Charles Darwin, la cual después de todo está por cumplir 150 años (se publicó en 1959). Más bien, Science eligió reconocer a una serie de investigaciones de lo más variado que muestran que los científicos están pudiendo estudiar a la evolución en vivo y en "tiempo real", gracias a las nuevas herramientas moleculares con que cuentan.
Y es que el auge de la genómica ha permitido realizar estudios que en tiempos anteriores eran sólo teoría, como la famosa comparación entre el genoma del chimpancé "nuestro pariente evolutivo más cercano" y el humano; pronto podremos estudiar, por ejemplo, qué genes hacen que un cerebro humano sea diferente del de un simio, o qué genes nos hacen susceptibles a enfermedades como la hepatitis o el Sida, al que nuestros primos son inmunes. También se está estudiando a nivel genético, en peces, insectos y aves, cómo se producen nuevas especies: una población va divergiendo poco a poco hasta formar especies separadas.
En otras palabras, la AAAS, al premiar a la evolución, muestra que algo que los científicos estudian a diario no puede ser "sólo una teoría". Una manera elegante de cerrar la boca a los charlatanes creacionistas. Aunque a veces se antojaría más tratarlos como a Maussan: mostrando lo ridículos que pueden ser.
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