por Martín Bonfil Olivera
Publicado en Milenio Diario, 16 de julio de 2008
Mi colega Arturo Barba comenta ayer, en estas páginas, el conflicto surgido entre dos destacadísimos investigadores mexicanos (los nanotecnólogos Humberto y Mauricio Terrones) y su centro de trabajo, el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICyT). Opina que se trata de un “ataque a mexicanos exitosos”.
Los hermanos Terrones afirman ser víctimas de hostilidades por parte del director del instituto, David Ríos Jara, por testificar en un juicio por supuesto nepotismo en contra del anterior director, José Luis Morán. Parte de su presupuesto y equipo de investigación, dicen, se ha desviado a otros laboratorios. Y recientemente, ambos fueron removidos de los puestos administrativos que ocupaban en el Departamento de Materiales Avanzados.
Varios especialistas internacionales en nanotecnología, encabezados por el premio Nobel Harold Kroto, han firmado una carta apoyando a los Terrones y solicitando a Felipe Calderón y al Conacyt que resuelvan el conflicto. La nota llegó a las páginas de Nature, una de las principales revistas científicas del mundo.
Pero como siempre, hay otro lado de la historia. Las autoridades del IPICyT responden que el grupo de los Terrones ha sido siempre el que mayor apoyo ha recibido. El cese de sus nombramientos es parte de un proceso natural, sobre todo cuando llega un nuevo director, y tales cambios los deciden comités de evaluación externos conformados por investigadores, empresarios y funcionarios. Para Ríos Jara, “sus quejas son falsas e injustas”.
Es probable que los Terrones hayan recibido un trato injusto. Es probable también que, como afirma Ríos Jara, se trate de personalidades conflictivas. Ya salieron, por problemas similares, del Instituto de Física de la UNAM. Trátese de un caso de cangrejos mexicanos que no dejan salir de la cubeta a sus colegas destacados, o de divas que creen merecer un trato especial, quien sale dañado es el IPICyT, una institución valiosa, y en general la todavía incipiente y escasa ciencia mexicana. Qué lástima.
¡Mira!
Y mientras tanto, el cardenal Norberto Rivera, desde el oscurantismo medieval, declara que el Distrito Federal necesita sacerdotes exorcistas para “luchar contra el maligno”. Lo que faltaba: promover la creencia en espíritus como causa de nuestros problemas. ¿Será “el maligno” culpable de los casos de encubrimiento de sacerdotes pederastas?
9 comentarios:
Hola Martin, recuerdo que cuando impartiste el curso en ipicyt te comenté sobre la falta de notas de ciencias mexicana en tu columna. Ahora tenemos una, aunque no sobre contenido científico sino por problemas lamentables en mi instituto. ¿Será eso de lo único que da para hablar el quehacer científico en nuestro país ? Ofortunadamente tu nota busca la dos caras del conflicto y deja de lado la completa parcialidad de las notas que se habian publicado al respecto. Te felicito por ello.
Que tal Martín, perdona que muela hasta por los blogs. Pero hace un par de días terminamos nuestro proyecto de fanzine literario; como te había platicado, el proyecto tiene su línea principal en el realismo sucio. Se llama “Cocaína zine”, ojalá puedas descargarlo, comentarlo y si se puede, distribuirlo electrónicamente.
Va, un saludo.
Israel Chávez
Pd. si estas de ánimo y si quieres perder un par de minutos, date un vuelta por mi blog: www.elsobacodemihermana.blogspot.com
Muy interesante tu articulo. Considero que
tu articulo es uno de los mas centrado y justo sobre lo que ocurre en el IPICYT. Es increible que muchas periodista escriban sin saber lo que realmente ocurre
Griselda:
Tienes razón... normalmente hablo de las notas importantes a nivel mundial, o de las que llaman mi atención. A veces de notas mexicanas, también, pero rara es la ocasión en que las notas mexicanas son de interés mundial. En este caso, la razón de abordar el tema fue que el asunto llegó a las páginas de Nature, no porque fuera un escándalo... Ojalá pronto haya buenas noticias importantes mexicanas que comentar.
Israel:
Dame un poco de chance y prometo echarle un bueno ojo... ya sabes, bomberazos...
Balam:
Mil gracias... la verdad yo tampoco sé que es lo que realmente ocurre, por eso me limité a dar una opinión equilibrada... pero ojalá hubiera más información disponible. Y sobre todo, ojalá que los problemas del IPICyT se resuelvan pronto.
Update al 2009...
Martín: el conflicto al final parece haber tenido un triste final. La semana pasada fueron despedidos los hermanos Terrones del IPICYT por el director David Rios. Una lástima y lamentable corolario a un conflicto con evidente interés político, más que académico.
¿Despedidos los terrones? ¿Dos de los investigadores mexicanos más destacadados? ¿Y dos nanotecnólogos de reputación mundial? QUé horror, el tipo debe estar loco. Lástima por la ciencia mexicana...
Asi parece Martín. Si es que esto queda confirmado por la dirección del IPICYT (inalcanzable en este momento), será una tragedia para el IPICYT, pero sin duda un beneficio para la institución que los reciba. Nuevamente el revanchismo en la ciencia, el no soportar el éxito de otros y las comparaciones odiosas.
Investiguemos más al respecto de la salida de los hermanos Terrones, se rumora que hubo una serie de irregularidades en la actuacion de Humberto Como Jefe de la Division y su esposa Lourdes Rico como Subdirectora del Departamento de Administracion y Servicios. De echo a ella le recindieron su contrato en el 2008 llegando a una negociacion de no fincarle responsabilidades administrativas.
Mas información sobre el conflicto en:
http://nanoudla.blogspot.com/2010/01/carta-abierta-de-estudiantes-del-ipicyt.html
Publicar un comentario