Publicado en Milenio Diario, 6 de agosto de 2008
Cada vez que se habla en contra de supercherías y seudociencias, alguien se queja de la “cerrazón” de los científicos, o de su soberbia por “pretender saberlo todo” y despreciar las creencias de mucha gente.
La acusación es injusta: los científicos no saben todo (serían imbéciles si lo creyeran, además de quedarse sin trabajo) ni, como comunidad, son cerrados. Simplemente, exigen ciertos estándares de calidad para aceptar una afirmación: básicamente, que haya pruebas convincentes y que sea coherente con lo que ya se sabe. Incluso, de vez en cuando, con pruebas contundentes, aceptan algo que vaya completamente en contra de lo que se sabía: ocurre entonces una revolución científica.
En cuanto a las creencias, más que desprecio se trata de honesta preocupación por el bienestar del prójimo. Hablamos de creer en ovnis tripulados por marcianos, o que leyendo las plantas de los pies se pueden detectar enfermedades (reflexología), o que acomodando los muebles y decoración de nuestra casa el chi, fluido imperceptible, correrá de manera propicia para tener salud y prosperidad (feng shui: ¡no deje destapado el excusado: puede quedar en la miseria!). Sin olvidar, claro, a la astrología: los astros influyen en nuestro destino.
La lista podría seguir, pero el patrón es el mismo: afirmaciones sin fundamento, y que nos exigen “creer” sin necesidad de pruebas. Un lector abierto a estas creencias podría preguntar, “¿y qué daño hacen?”.
La verdad es que mucho: aparte de ser un engaño, muchas de estas creencias pueden dañar la salud de sus adeptos, pues prometen sanar enfermedades a veces graves con tratamientos imaginarios o inútiles. Y hay un daño mayor: al promover la “apertura” a creencias sin fundamento racional y sin pruebas, las seudociencias socavan la capacidad crítica y fomentan la credulidad del público: debilitan su sistema de defensa intelectual y lo convierten en presa fácil para charlatanerías mucho más peligrosas, como el negacionismo del sida (que dice que el VIH no existe, que la enfermedad no es contagiosa y que los antirretrovirales tratar a los seropositivos son venenos).
Combatir supercherías y seudociencia no es intolerancia ni cerrazón: es la única manera de evitar que el pensamiento científico quede relegado a los rincones académicos, mientras el gran público es víctima de merolicos
9 comentarios:
Que es una prueba?
....Y una prueba contundente?
Ya ves, Martín, y hay quien dice que eso de creer tonterías no hace daño, pero evidentemente hay gente tan negada para el razonamiento más básico, que hasta las cosas más simples le tienen que ser explicadas.
Anónimo (¡Malo el asunto cuando no quieren dar la cara ni poniendo un "nick" identificable!): Voy a dar mi versión de lo que constituye una prueba mientras Martín te da la suya. Una prueba en ciencias se refiere a hechos que sean verificables y repetibles (es decir, que no porque a mi tía Panchita el Jabón Milagroso de San Juan Nepomuceno le haya quitado las várices ya digo que funciona; para eso tiene que funcionar de manera semejante en un buen número de personas). Es muy importante que la percepción de estos hechos sea lo más objetiva posible, es decir que no nada más los que sean muy devotos de San Juan Nepomuceno perciban buenos resultados, sino que estos también puedan ser percibidos por budistas, ateos o satanistas. Si el fenómeno además es cuantificable, tanto mejor.
Bueno, yo también preferiría que los anónimos no fueran anónimos (sobre todo porque luego no sabe uno si es el mismo anónimo que dijo otra cosa...).
Pero complemento la respuesta del bueno Ribo con lo siguiente, influido por mi formación, luego de QFB, en filosofía de la ciencia: una prueba es algo que convence (en este caso, a la comunidad pertinente: la comunidad científica). Una prueba contundente es algo que los convence sin mayor discusión.
(Ahora habría que entrar en por qué los convence, que es donde entrarían las razones de Ribozyme y también muchas otras de índole sociológico, retórico, propagandístico, cultural, político, ideológico, etcétera... pero el punto es que, como resultado de todo eso, la comunidad científica se convence o no.)
saludos,
martín
Pero los argumentos refieren pruebas a ciencias factuales (química, biológia, medicina)?? por que lo de "índole sociológico, retórico, propagandístico, cultural, político, ideológico" creo no aplica a ciencias formales, (matemáticas, lógica) no?... Me parece interesante lo último que dices Martín.
Las seudociencias también son objetivas en sí mismas, pues su método les confiere esa cualidad. Si alguien letrado en astrología escucha que soy Leo, me pregunta el día y mes en que nací, y a partir de ello elabora una carta astral para identificar mis principales cualidades que, ciertas o no, pueden ayudarme a fortalecer mi identidad, por ejemplo, o nada más a subirme la autoestima.
Por lo anterior, no entiendo porqué relacionar seudociencias con algo bajo -como deja ver ribozyme- puesto que son demasiado ricas como construcciones simbólicas, por decir una de sus grandiosas cualidades.
Pd. Me encanta el blog. Te sigo desde hace mucho, Martín. Saludos.
Las pseudociencias parecieran que son "objetivas" cuando en realidad no lo son, en muchas ocasiones incluyen conocimientos científicos que desvián en favor de sus posturas, llegando a confundir y convencer a la gente precisamente de su supuesta "objetividad". Tal es el caso de la astrología que aborda el movimiento de los astros y sus posiciones, pero que usa para predecir la personalidad y el futuro, lo cual finalmente no es comprobable.
Es importante que las personas que nos dedicamos a la ciencia, tengamos el compromiso de difundir nuestro quehacer para mostrarle a la gente que los conocimientos científicos son parte de la vida cotidiana.
Los invito a ver mi blog sobre difusión de la ciencia:
www.cienciacolectiva.blogspot.com
Saludos
Es relativamente sencillo: hasta antes del advenimiento de la alimentación, higiene y la medicina modernas, la esperanza de vida de las personas en los países más avanzados era de 40 años, cuando mucho. Es decir, que todas esas tan cacareadas "sabidurías" en las que se basan las pseudociencias y demás supersticiones (incluída la curación con yerbas, "medicina tradicional" y ceremonias místicas relacionadas) no habían servido para maldita fuera la cosa en los casi 10,000 años de existencia de la civilización humana. En este último siglo, aplicando técnicas que permiten una alimentación adecuada, basada en conocimientos firmemente establecidos, una higiene que previene un sinnúmero de enfermedades transmisibles y una medicina que cura a la gran mayoría de estas que no se han podido prevenir, junto con muchas no transmisibles, ha elevado la esperanza de vida a entre 70 y 80 años en países industrializados. Entonces, yo me pregunto ¿A quién hay que hacerle caso, a los supuestos conocimientos ancestrales que conducían a situaciones de vida en las que la mayoría de las personas morían durante la infancia de enfermedades infecciosas, y los que llegaban a los 40 ya eran considerados viejos, o a los que han hecho que la muerte por enfermedades infecciosas sea casi cosa del pasado y que la salud sea más la norma que la excepción?
Para los angloparlantes (o "anglolectores"), lo narrado en este link les dará ejemplos concrectos de las consecuencias de creer en estupideces.
Considero que ninguno de los dos refuta mi argumento, aunque ignoro si ésa era su intención.
En primer lugar, la objetividad de la que hablo, y que ejemplifiqué, radica en el método que utiliza la seudociencia para trabajar, no en el concepto de obietividad como símil de lo verdadero o real.
Por otro lado, considero que las seudociencias tienen cualidades maravillosas, mas nunca las defendí como verdades ni mucho menos como creaciones impolutas.
Gracias. :P
Es interesante ver como aqui se explican tantas cosas y del poder que puede tener la mente y este junto al cuerpo te puede afectar si no estyas preparado como el problema que yo tuve pero con opte porBuy Generic Viagra me siento bien entodo sentido.
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