Publicado en Milenio Diario, 15 de julio de 2009
La ciencia no revela verdades absolutas, pero sí tiene un compromiso con la realidad.
Un ejemplo es la pandemia —que comenzó como epidemia en México en abril— de influenza por virus H1N1 porcinos.
Usted recordará que, luego de la etapa de emergencia que obligó en la ciudad de México y otros sitios a cerrar escuelas, restaurantes, cines y centros de reunión, hubo una reacción curiosa. Se dijo, a través del correo electrónico y de boca en boca, que la epidemia había sido un montaje. Que el virus no existía, o que había sido algo planeado por el gobierno panista (o el norteamericano) para influir en las elecciones del 5 de julio (o para reactivar la economía mundial).
Hubo múltiples versiones, pero todas tenían algo en común: eran una forma de negar la realidad. La experiencia traumática de esos días de encierro e inactividad, y el daño económico, pero también social y psicológico, que dejaron, crearon un campo fértil para los rumores de que todo fue un complot.
Se cuestionó la actuación de las autoridades de salud, y se cuestionó la ciencia detrás de sus decisiones. Hoy vemos que la epidemia, ya mundial, es una realidad que afecta a otros países. Argentina y Chile, en pleno invierno austral, tienen 137 y 33 muertos, respectivamente, y miles de infectados. También Cuba reporta ya casos, y en los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Yucatán se ha detectado un importante repunte, al grado de que Tabasco decidió cancelar su feria anual.
Mientras, las investigaciones sobre el virus siguen avanzan: un grupo dirigido por Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wisconsin, reportó el lunes en la revista Nature que el virus porcino -en realidad resultado de mutaciones y combinaciones de otros virus ya existentes, tanto humanos como aviarios y porcinos- causa más daño que los virus comunes de influenza estacional en pulmones de modelos animales (ratones, hurones y macacos), y que puede infectar cerdos sin causarles síntomas (quizá por eso la epidemia no fue detectada hasta que saltó a humanos).
También encontraron que las personas que nacieron antes de 1920 —y que por tanto estuvieron expuestos a la gran epidemia de influenza H1N1 de 1918— tienen anticuerpos que pueden reaccionar contra el virus actual, a diferencia de quienes nacimos después (lo que tal vez explica el comportamiento anómalo de la epidemia, que afectó a gente más bien joven).
El virus actual es todavía sensible al tamiflú, pero es muy probable que pronto surjan variedades resistentes. En breve contaremos con una vacuna, pero tardaremos en producir cantidades suficientes para responder al llamado de la Organización Mundial de la Salud, que pide que “todos los países tengan acceso a la vacuna”.
La realidad de la pandemia se impone, más allá de creencias y rumores. Más vale que los países tomen en cuenta lo que la ciencia revele, y actúen unidos en consecuencia.
3 comentarios:
Tocayo, es triste saberlo, pero allá en Argentina varias decisiones politicas impidieron que se atacara el propagamiento de la influenza y ahora tienen un problemon. No quisieron admitir que tenian el virus, no quisieron limitar actividades publicas, no quisieron posponer las elecciones, vaya, no quisieron cancelar el parido final del campeonato argentino de fut bol y tampoco quisieron cancelar el partido final de la copa libertadores, donde lo jugo un equipo brasileño contra un equipo argentino.
Igual pasó con China, no en esta ocasion sino en la pasada, que lo nego todo, hasta que fue una situacion desesperada. MAS LES VALE a los politicos, estar dispuesto a pagar los costos, los que vengan; porque si no SEREMOS NOSOTROS LA POBLACION los que la pagaremos.
No se si ya lo habia comentado, pero en esas reflexiones (años atras) de aburrimiento vacacional veraniego, pensaba: La Gripe es terriblemente contagiosa, pero relativamente benigna... el cancer es mortal, pero no es contagioso... imaginate una gripe mortal ¡el fin de la humanidad! ---------------------- Y mira, ya esta aqui esta influenza. En fin
Luis Martin Baltazar Ochoa
Hoy supe que alguien que conozco fue diagnosticado con este virus de la influenza. Es la primera vez que me sucede. No es mexicano, sino inglés, y no vive aquí sino allá. Hasta aquí mi reporte...como dicen en W Radio.
aaaah... esta bien guapa la doctora Vivette...yomi, yomi!! (me sonrojo sin control)
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