miércoles, 20 de marzo de 2013

Religión, ciencia y democracia

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 20 de marzo de 2013

Felicidades a la Iglesia Católica por demostrar
que incluso un Papa no europeo puede odiar a los gays.
En 1952 el recién creado estado de Israel le ofreció a Albert Einstein ser presidente de ese país (lo que el científico declinó amablemente argumentando que “toda su vida había trabajado con temas objetivos”, por lo cual carecía “de la aptitud natural y la experiencia para tratar correctamente con la gente y para ejercer funciones oficiales”.

Y en efecto: el método de la ciencia no es pertinente para manejar asuntos sociales y políticos. Tampoco para abordar asuntos religiosos: la fe no es algo que se pueda someter a análisis, se tiene o no. Y los dogmas y creencias religiosas se aceptan o se rechazan. (Por eso el cuestionamiento sobre por qué, si el espíritu santo inspira a los cardenales en el cónclave para elegir al nuevo papa, la votación no es unánime, a pesar de ser divertido, no es tampoco adecuado: se trata de un asunto de fe, no de razón.)

Pero aun así, leyendo las noticias no puede uno evitar toparse con algunos hechos que invitan a preguntarse si un poco más de pensamiento científico no podría ayudar a tener mejores religiones y mejores políticos.

Por ejemplo el nuevo Papa, Francisco (no “Francisco I”, no entiendo por qué, aunque yo prefiero pensar en él como “Papapancho”), tiene una larga (y nada sorprendente –como bien señaló ayer en Milenio Diario Luis González de Alba– trayectoria conservadora. En particular, los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales en Chile lo acusan de haber sido, cuando era cardenal, “un promotor del odio hacia la diversidad social y un referente de la homofobia”. En gran parte por su violenta oposición a la propuesta de aprobación de los matrimonios gays en Argentina.

Es cierto: la posición oficial de la iglesia católica ha sido, desde hace siglos, esencialmente antidemocrática, misógina, homofóbica y discriminadora (jerarquía vertical, las mujeres no pueden ser ordenadas pero sí servir a los varones, el sexo homosexual es “antinatural”, los no creyentes viven en pecado…). Y más grave, su oposición a la anticoncepción y al derecho al aborto fomenta los embarazos no deseados, coloca a la mujer en papel de mera reproductora de la especie y agrava la epidemia de VIH-sida. Estas posturas causan, objetivamente, daño social y hasta a la salud, pues provienen de un líder religioso cuyas ideas rigen las de muchos de sus seguidores.

Por su parte, Nicolás Maduro, presidente interino de Venezuela, se ha dedicado a hacer las más peregrinas declaraciones sobre el fallecido Hugo Chávez, llegando al extremo de afirmar que influyó ante dios en la elección del Papa: “Sabemos que nuestro comandante ascendió hasta esas alturas (el cielo), está frente a frente a Cristo. Alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo: llegó la ahora de América del Sur”. (Y mejor ni hablemos de otras famosas declaraciones absurdas de gobernantes sudamericanos, como las del propio Chávez acerca de “armas que producen cáncer” o las de Evo Morales sobre que el consumo de pollo puede causar homosexualidad.)

No se trata de hacer “científicas” a la política ni la religión, pero ¿no sería bueno que tomaran un poquito en cuenta el conocimiento científico, para dejar de decir tonterías y de defender posturas opuestas a los derechos humanos?

Es pregunta.

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11 comentarios:

German dijo...

Interesante el artículo; pero quizá se podría sacar una derivada del enfoque purista de la ciencia e integrar "la razón" en este rollo. Porque me suena algo contradictorio terminar dicendo que ¿no sería bueno que tomaran un poquito en cuenta el conocimiento científico, para dejar de decir tonterías...? , si el análisis parte estableciendo que "el método de la ciencia no es pertinente para manejar asuntos sociales y políticos." Ahí es donde yo pongo el uso de la razón; quizá ordene un poco las creencias... bueno, da para mucho más. Reitero que me resultó interesante

Jaime Castro dijo...

En su columna de hoy en Milenio, usted propone que se tomen algunos principios del método científico para "dejar de decir tonterías" o afirmar cosas contrarias a los derechos humanos.

Discrepo de sus dichos (ataques en realidad) acerca de la Iglesia Católica, y le pido que sea usted el primero en ejercitar su recomendación. Supongo que el método científico en algún momento precisa conocer la materia de la cual se habla, antes de hacer afirmaciones.

Me parece de una superficialidad sorprendente quejarse de que la Iglesia sea antidemocrática, como si tuviera que serlo. La democracia es quizá la mejor forma de gobierno que la humanidad ha desarrollado, pero sus principios no son aplicables a otros ámbitos de la vida humana: las familias no son democráticas (los padres no lo son por la votación de los hijos); los ejércitos no lo son, la ciencia no lo es (¿cuándo se ha visto la ley de la gravitación universal sometida a referendo?), y la Iglesia Católica no tiene que serlo. Para quienes somos creyentes, la autoridad de la Iglesia viene, a través de la sucesión apostólica, directamente de Jesús quien siendo Dios, no necesitaba de la opinión humana para fundar su Iglesia. ¿Ve usted porqué es importante conocer antes de hablar?.

No pretendo discutir con usted sus calificativos de misoginia y otros lugares comunes que usa sin el menor fundamento; sino hacerle ver su absoluta contradicción en dos párrafos: Primero aboga por un supuesto "derecho al aborto" (¿es realmente un derecho?, ¿de quién?, ¿de la embarazada?, ¿del padre?), conculcado por la malvada iglesia y sus ideas medievales. Y a continuación exige que se usen los principios del método científico para no decir tonterías ni atentar contra los derechos humanos. ¿Se ha puesto usted a pensar cuál es el primer derecho humano, del cual derivan todos los demás?: el derecho a la vida. Entonces, ya no me queda claro qué defiende usted, si el "derecho" al aborto o el derecho humano a la vida.

Creo que usted me contestaría que antes de x semanas el feto no puede considerarse un ser humano. Bueno, eso no es ciencia sino opinión. La ciencia puede decir que (en promedio) en la semana x se desarrolla tales órganos o tejidos; pero no puede decir quién es humano ni a partir de cuándo lo es. Al menos no lo puede decir con mayor certeza que los nazis quienes medían la cabeza, nariz y orejas de sus víctimas para decidir quién calificaba como persona y quién no para mandarla a la muerte.

Con todo respeto le sugiero como el refrán: zapatero a tus zapatos. Sea usted divulgador de la ciencia, no divulgador de tonterías.

Lfvvb dijo...

A Germán
Que la ciencia no le entre directamente a la política no significa que no pueda ser útil para ésta. Al contrario, el mantenerse en una postura objetiva permite aconsejar las medidas que debe tomar un gobierno ante cierta circunstancias, ¿no cree?
Por ejemplo, si se decidieran los asuntos de salud pública por mera opinión política, seguiríamos en la edad media de la salud.

La ciencia informa, es conocimiento, no es un dogma ni un conjunto de opiniones.

Lfvvb dijo...

Jaime:

Sobre la democracia. Usted mismo ha dicho (no sé por qué) que en la democracia la humanidad ha encontrado una forma excepcional de organizarse y tomar decisiones. Irónicamente, en la democracia no todos votan. Por ejemplo, los niños no participan en las elecciones a presidente. ¿Significa entonces que no es una democracia? No. Lo mismo aplica a la familia: en una pareja, la opinión de ambas personas "debe" ser tomada en cuenta de igual manera. Cuando hay niños, al igual que en la democracia, se entiende que éstos no han construido un criterio informado. ¿Significa entonces que no es una democracia? No.

En una democracia ideal, al igual que en la ciencia, existe retroalimentación. La toma de decisiones y la constante revisión y corrección son mecanismos sociales de automejoramiento. Esta retroalimentación es escasa (si no nula) en la iglesia católica, lo cual ha llevado a un sistema "caduco" de valores.

Respecto al aborto.
Si la ciencia no ha encontrado una respuesta satisfactoria al comienzo de la humanidad en el desarrollo, no significa que entonces debamos declarar el límite al momento de la fusión del óvulo y el espermatozoide.
¿Cuál es el objetivo de la ética? ¿qué principios debería tener una moral secular, generalista? Creo que podemos estar de acuerdo que el bienestar humano es una prioridad. Como sociedad ¿qué trae mejores beneficios (en calidad de vida)?
El derecho a la vida no es tan simple como usted lo quiere caricaturizar; es un derecho a una vida digna. Una posición anti-aborto no nos trae nada positivo (tampoco una posición pro-aborto), pero la libertad de decidir -a este nivel- consiste en estar informado y tener opciones.

Me parece irónico que termine su escrito diciendo "con todo respeto", cuando en vez de refutar tal o cuál argumento, se dedica a insultar al autor.

José María Hdz dijo...

Creo que hay un error de omisión en una frase que leí en esta entrada: "su oposición (la de la iglesia) a la anticoncepción y al derecho al aborto fomenta los embarazos no deseados, coloca a la mujer en papel de mera reproductora de la especie y agrava la epidemia de VIH-sida" Falta decir que también está en contra de las relaciones sexuales prematrimoniales y que está en contra de la poligamia, también falta decir que no está en contra de todos los métodos anticonceptivos; por lo tanto es mentira que la iglesia fomenta los embarazos no deseados y agrava la epidemia del VIH-sida. Si un católico no le importa tener relaciones prematrimoniales tampoco le va a importar usar anticonceptivos y tal vez tampoco le importe abortar.
Ahora, a los políticos los escoge la gente (a la mayoria) y si la gente es ignorante o simplemente es estúpida, es problema de ellos y del resto de la gente que sí es educada pero no es mayoría, por lo tanto sí es un problema social; pero en la religión está quien quiere, a nadie se le obliga a formar parte de ella, por lo tanto acusar la posición de un líder al que no se sigue en primer lugar ¿no parece incoherente? es pregunta.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Tocayo, en este tema recurrente, caes una y otra vez.
Estoy por completo de acuerdo en lo que te dicen German y Jaime Castro, el primero creo que ya ha opinado aqui y el segundo estoy seguro que es la primera vez... por eso no tienen el seguimiento y las motivacines de este articulo tuyo.
En los dos casos, ambos detectan errores de razonamiento que tienes, pero que a mi lo que me llama mucho la atencion, es que son recurrentes: el primero te dice que en un mismo razonamiento le dices al conocimiento cientifico como no aplicable y luego aplicable; y en eso, en tema de religion, lo haces una y otra vez: razonamientos faltos de rigor y yo sospecho, eso es percepcion mia, viciados de no imparcialidad, por una aversion muy personal tuya a las posiciones de autoridad, donde visualizas muy claramente a la Iglesia.
El segundo opinador te comenta algo que es motivo de queja frecuente de algunos de tus lectores: llegar a conclusiones generales, con apenas unas pocas muestras, con razonamientos ligeros (frivolos es mas adecuado) y obtener conclusiones tajantes... y equivocadas por esa falta de prudencia, rara en un cientifico que si en algo se debe distinguir del comun de la gente, ES QUE DEBERIA SER PRUDENTE PARA EMITIR CONCLUSIONES, habida cuenta que siempre puede llegar nueva evidencia que desmienta o modifique al conclusion actual.
... Ahora yo te digo: estas completamente EQUIVOCADO al poner la frase "...un promotor del odio hacia la diversidad social..." Tocayo, EN NINGUN DOCUMENTO DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA, en ninguna prédica, en ningun escrito se promueve, y NI SIQUIERA SE ACEPTA, la actitud de odio.
Esa es la tipica mentira publicitaria estilo goebbles (repite una mentira hasta la saciedad, hasta que se haga verdad).

Tu exposicion rebosa de lugares comunes, cliches, que al ser negativos son mas bien prejuicios.

Con el recuento de lo que has dichoa aqui, de esta obsesion tuya anti Iglesia, te digo que no sorprende lo dicho, es de siempre... lo que es una lástima, es que no importa cuanto te hagan objeciones serias, razonadas, respetuosas o fuertes (de personas mucho mas claras de mente y de razonar que tu servidor), ninguna de ellas es oida, tomada en cuenta ni aprovechada.
En tu anti-clericalismo eres tan impermeable a cualquier objecion, que la verdad, demerita la calidad de tu exposicion toda.

Lo siento, Martin, pero asi lo creo.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Por cierto, si es Francisco, pues a llamarle Francisco... lo demas es ganas de molestingar; y mas cuando se cae en el fingimiento de que no, que no es por fastidiar.

Tirar piedras y esconder manos, es bastante pueril.

Anónimo dijo...

Lfvv:

Me refiero en primer lugar al tema de la democracia: está sobrevalorado. Por el efecto péndulo, históricamente venimos de un sistema político poco democrático, y ahora queremos aplicar la democracia en todo. Esto es un exceso. La democracia es un sistema de gobierno, cuyos principios pueden ser aplicables a algunos otros ámbitos de la vida; pero no a todos. La Iglesia es una de ellas, no le aplica; y no es un defecto que no lo sea. Repito, es como decir que la Ley de la gravitación universal es una imposición porque nunca fue votada.

Sobre la retroalimentación, cierto que en la ciencia existe: conforme se hacen nuevos descubrimientos se modifica el acervo de conocimientos. Esto es natural y deseable pues la humanidad continuamente aprende cosas nuevas.

En el ámbito eclesiástico, la retroalimentación se da en los cómos; no en los qués por decirlo sencillamente. Creo que el quid de esta discusión es el relativismo (el hombre es la medida de todas las cosas, o en español lo que está bien para mí es lo bueno) contra los valores absolutos (los creyentes creemos que lo bueno es lo que conduce a Dios, y éste nos lo revela en las Sagradas Escrituras y el la Tradición). Por eso los 10 mandamientos son los mismos desde Moisés. Por eso muchos dicen que la Iglesia defiende ideas medievales, aunque eso no sea cierto: defiende ideas mucho más antiguas, que por venir de quien vienen son eternas.
Los valores cristianos no son caducos. El no robar, no matar, no mentir son valores universales. Claro que a muchos les incomoda que se les diga que prácticas como la promiscuidad, la homosexualidad y el aborto son moralmente condenables.
A propósito de eso; decir que la Iglesia es homofóbica es equívoco. La Iglesia no odia a persona alguna, sino que condena las malas acciones. "Odia el pecado y compadece al pecador".
Aquí lo dejo por el momento. El aborto y el derecho a la vida es algo que hay que abordar con más tiempo.
Saludos
Jaime Castro

El profe José Luis dijo...

Hola, soy un entusiasta de la ciencia (muy lejos de ser un conocedor, y mucho menos un experto) y desde hace hace algunas semanas me he entusiasmado con las publicaciones de este blog, sin embargo me parece que ésta es una publicación inconsistente con su pensamiento racional, y por eso me atrevo a exponer mis opiniones:
Preguntarse "si un poco más de pensamiento científico no podría ayudar a tener mejores religiones y mejores políticos" es como preguntarse si un poco más de pensamiento religioso no podría ayudar a tener una mejor ciencia y mejores ciudadanos.
Por otro lado, Martín hace afirmaciones sobre la posición oficial de la Iglesia Católica, me gustaría saber cuáles son los documentos oficiales en donde eso se afirma. Como un académico serio, Martín sabrá lo que es la probidad académica, o son sólo sus opiniones personales ante hechos concretos, ahora bien ¿Cuáles son esos hechos concretos y cuál es su fuente?
Hasta aquí mi sencilla participación.

Anónimo dijo...

esto es bastante cientìfico? http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.NAHC/countries/VE?display=graph

Unknown dijo...

" A menos que los filósofos no gobiernen los Estados, o que aquellos que hoy se llaman reyes y soberanos no sean verdadera y seriamente filósofos, de suerte que la autoridad pública y la filosofía se encuentren unidas en el mismo sujeto y que se excluya del gobierno a tantas personas como hoy aspiran a uno de esos dos términos, a menos de eso, digo mi querido, Glaucón,no hay remedio para los males que desoían a los Estados, ni aún para los del género humano..."
http://r-evolucion-adaptativa.blogspot.mx/