miércoles, 6 de noviembre de 2013

Anticiencia y vacunas

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 6 de noviembre de 2013

A un muy querido amigo le preocupa la decadencia de la civilización moderna. Principalmente por el descuido, falta de apoyo y franco desprecio que tenemos por la más refinada herramienta que la humanidad ha desarrollado para sobrevivir: el pensamiento científico.

Parte de su preocupación deriva de las cada vez más frecuentes campañas de desprestigio contra ideas científicas bien establecidas, que promueven teorías de conspiración para descalificar la información científica –aduciendo siempre a inconfesables intereses de hermandades secretas, gobiernos extranjeros o corporaciones internacionales carentes de toda ética–, y que muchas veces tienen consecuencias dañinas y en ocasiones francamente alarmantes para el bienestar social.

Quienes califican el cambio climático global causado por la emisión de gases de invernadero producto de la actividad humana como “patraña”; quienes afirman que el VIH no existe o que el sida no es contagioso porque en realidad lo causan las drogas o la desnutrición; quienes negaron el riesgo real ­–afortunadamente menor de lo que se temía– de la pandemia de influenza de 2009, calificándolo de embuste… todos ellos ponen, en aras de una creencia no justificada, que además va en contra del conocimiento científico comprobado, en riesgo a la sociedad.

Hoy en México se discute agriamente sobre la pertinencia de aplicar impuestos a las bebidas azucaradas, o de limitar la promoción televisiva de la comida chatarra. Se manejan desde argumentos francamente lamentables (“es una idea extranjera”) hasta otros que valdría la pena analizar (“estas medidas no son eficaces”; “se daña a la industria azucarera/de alimentos”, etc.). Lo que no puede negarse es que el excesivo consumo de azúcar, en lo que somos líderes mundiales, causa obesidad. Y que ésta daña la salud y predispone a la diabetes y sus muy onerosas complicaciones. Nuestra nación tiene que hacer algo para combatir un futuro de viejitos obesos y diabéticos que nos amenaza con quebrar el sistema de salud pública.

El mismo tipo de discusión se escucha al hablar del tabaquismo: a pesar de los gemidos de los fumadores, que insisten en negar los evidentes y graves daños que les causa –a ellos y a quienes tienen cerca– su hábito adicción, y que hablan de “violación de sus derechos” y otros recursos desesperados, queda claro que la prohibición de fumar en lugares públicos, aunada a los impuestos al tabaco, junto con las campañas, han contribuido eficazmente a disminuir el tabaquismo y a mejorar la salud de los mexicanos. (En cuanto a la eficacia de las fotos de pulmones cancerosos en las cajetillas de cigarros, me reservo mi juicio…)

Es cada vez más frecuente en nuestro país escuchar comentarios como “yo no me vacuno –o no vacuno a mis hijos– porque las vacunas son peligrosas”. Se trata del peligroso movimiento antivacunas que tanto daño está causando en varios países. Su base son las ideas del gurú seudomédico Andrew Wakefield, quien afirmó en 1998 que la vacuna triple viral (que protege contra sarampión, paperas y rubeola) causa autismo en niños. Idea que, sobra decirlo, ha sido amplia y definitivamente refutada.

No obstante, en el Reino Unido las ideas de Wakefield ya han ocasionado que miles de padres se nieguen a vacunar a sus hijos… con lo que los dejan expuestos a estas enfermedades, y ponen en peligro a toda la sociedad, pues cuando hay un número suficiente de individuos no protegidos, las epidemias pueden resurgir. Y ya está ocurriendo: luego de no tener más de unas docenas de casos de sarampión cada año, el Reino Unido reportó un récord de 2 mil pacientes en 2012, y 1,200 para mayo de 2013. Algo semejante podría suceder en Estados Unidos, donde el movimiento antivacunas cobra fuerza. Y en el nuestro, si estas ideas anticientíficas se siguen difundiendo.

Ante los riesgos de la desinformación y el pensamiento anticientífico, sólo la difusión de la cultura y la información científica confiable, junto con adecuadas campañas de salud, pueden vacunarnos.

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8 comentarios:

Ribozyme dijo...

Muy bueno. Sólo una observación/curiosidad: aunque los mencionas veladamente, nunca nombras directamente a los alimentos transgénicos entre las cosas satanizadas por las tendencias anti científicas. ¿Esto es para no dar pie a desviarte del punto principal, que son las vacunas?

Anónimo dijo...

A pesar de lo escrito, no me queda claro si todas las vacunas son recomendadas. El caso de la vacuna de la infuenza, es recomendable????? Gracias por su información, todo concoimiento es bueno, falta saber si es realmente cierto.

Anónimo dijo...

En relación con los charlatanes que dicen que el VIH no causa el SIDA, la universidad de Harvard publicó un estudio sobre las consecuencias de la desatención del gobierno de Thabo Mbeki en sudafrica (un entusiasta de esa teoría de la conspiración). En el estudio se estima que más de 300,000 personas murieron por falta de tratamiento.

Está publicado acá:

http://www.nuremberg-tribunal.org/pdf/Estimating_the_Lost_Benefits_of_Antiretroviral_Drug_Use_in_South_Africa_-_JAIDS_2008.pdf

Por cierto, en México quien les dio mucha publicidad fue el fantoche de Ricardo Rocha.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Tocayo, este es un tema muy rico y al que se le puede sacar mucho jugo. Te comento:
1. Es cierto que el pensamiento científico es importantísimo para la toma de decisiones y que estas decisiones deben hacerse con los mayores elementos de juicio posibles. No obstante, el primer párrafo donde lo haces (al pensamiento científico) la cúspide del logro humano, en mi punto de vista es exagerado. En alguna otra ocasión debatiendo aquí, alguien lo llamó cientificismo, es decir, valorar toda actividad humana a la luz de la ciencia, cuando no toda actividad humana es suceptible de ello.
2. Aun así, es MUY VALIDO que tratándose de decisiones en materia de salud, digas que se debe ponderar los conocimientos científicos con que contamos. En esto sin duda es así.
3. En lo que comentas de los impuestos, como herramienta para inhibir el consumo (de comida chatarra, de azúcar, de tabaco), te diré que gravar con fuerte carga impositiva a los cigarros ha sido estrategia de la SHCP desde hace mucho, pero no por razones de salud, sino que es una fuente segura y abundante de recaudación. Cada vez que la SHCP no consigue aumentar los impuestos, le carga la mano a alcohol y tabaco. Y la razón es muy sencilla: el que tiene el vicio, reniega porque le cuesta mas caro, PERO NO DEJA DE CONSUMIR. No, aumentar el precio no es la solución para desalentar el consumo de tabaco, ni azúcar ni comida chatarra.
4. Lo que sí es un planteamiento sensato, es este: el sistema de salud se está viendo y se verá fuertemente presionado por enfermedades crónicas causadas por las adicciones, incluída la adicción al azúcar. En alguna oportunidad se quiso en algún país limitar la atención médica a enfermos cuya obstinación en no dejar su adicción, le provocara esta enfermedad (cáncer de pulmon por fumar tabaco). Pero, se vio lo difícil que era llevar a cabo esta limitación de atención medica. Asi entonces, se optó mejor por gravar fuertemente el tabaco PERO ETQUETAR DICHO IMPUESTO para que fuera directamente a la atención medica de lso enfermos por esta adicción. Esto es pues lo que digo que SERÍA UN PLANTEAMIENTO SENSATO: que lso gravámenes al azúcar, al tabaco, a la comida chatarra SE ETIQUETARAN y se usaran DIRECTAMENTE en la atención medica a los enfermos de cáncer por fumar y a los enfermos de diabetes y de hipertensión. PERO NO, EL GOBIERNO MEXICANO NO QUISO ETIQUETAR ESTOS IMPUESTOS. O sea que si los quiere usar para gasto corriente, como nóminas o gastos de viaje de funcionarios, lo puede hacer.
5. Asi pues, ni el aumento que seguro tendrán en precio el mantener esos vicios/habitos los hará reducir, ni aumentarán con seguridad el presupuesto para enfrentar sus nocivas consecuencias.
6. Por ultimo, en otro ámbito muy diferente, es cierto lo que dices y no hay razón valida para que ideas sin sustento comprobado, hagan que las personas no se vacunen. La vacunación fue un enorme logro de la medicina, un logro que significó la diferencia entre la situación antigua de mortales epidemias contra la actual en las que no las hay. De hecho, uno lo los logros mas notables de la medicina, es haber logrado LA EXTINCION de la viruela negra como enfermedad. Y fue posible gracias al masivo uso de la vacuna, en todo el mundo. Y por el mismo camina va la poliomielitis, si en el mundo se hace igual esfuerzo monumental… pero si quienes gustan del conspiracionismo, de manera irresponsable arremeten contra las vacunas, este objetivo de ir erradicando enfermedades no se podrá concretar.
7. ¿De verdad no hay nada atendible en esta dura afirmacion que la vacunación causa autismo? Digo, si con seguridad no lo causa, esta bien y adelante. Pero, si hay algo atendible en esta idea, creo que se debería escuchar y ver que se ofrece como pruebas. No es poca cosa decir que algo causa autismo, debería desahogarse esta idea, aun si quien la plantea no es un científico reconocido.
Como dije, excelente tema y con mucho por desarrollar, mucho de aprovechable. Saludos.

Martín Bonfil Olivera dijo...

Ribo: podría ser...

Anónimo: todas las vacunas recomendadas por las autoridades de salud son recomendables. La de la influenza, ¡por supuesto! Yo siempre me la pongo, con excelentes resultados. Ni una molestia ni siquiera el día que me la ponen. El mito de que "te enferma" es eso: un mito.

Saludos.

Ali Andes dijo...

En mi opinión es imprescindible la vacunacación para poder mantener a toda la comunidad sana, Un saludo

sol lis dijo...

Muy curioso el post, la verdad es que me ha parecido muy llamativo

Dr. Pablo Rubalcava dijo...

Que te haya funcionado a ti la vacuna no quiere decir que funcione en todos. Soy médico y he sabido de varios pacientes (sobre todo anicanos) que quedaron mal de salud cuando se pusieron la vacuna en 2009 y son pacientes que conocemos. Los mismos médicos estamos recibiendo información contradictoria, aunque es lógico que el gobierno quiera hacer su campaña pues, por presión extranjera, gastó un dineral de nuestros impuestos en esas vacunas. Ahora los laboratorios nos salen con que la vacuna de 2009 era en "estado de estudio", y esta "sí es la buena", ¿cómo creerles? La ciencia es importante por supuesto, lo sé como científico, pero no tiene todas las respuestas y mucho menos en el caso de la influenza que son virus de diferentes cepas y que mutan rapídisimo (y que además salieron de los laboratorios como el SIDA). Dar información está bien, pero hay otros puntos de vista y experiencias que al gobierno no le conviene que se sepan y que deberían tomarse en cuenta.