miércoles, 11 de diciembre de 2013

Otra vez agua en Marte

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 11 de diciembre de 2013

La noticia de ayer, aparecida en todos lados, nuevamente viene de Marte: el robot explorador Curiosity, de la NASA, que llegó al cráter Gale del planeta rojo hace 16 meses, analizó rocas en un sitio llamado Bahía Yellowknife y descubrió, según publica Milenio Diario, “evidencia directa de que existió un lago de agua dulce en ese planeta”.

Otros medios informaron algo similar; sin embargo, no faltó el noticiero televisivo que se lanzó a anunciar que Curiosity “había descubierto que hubo vida en Marte” (!). Más allá del poco rigor periodístico (y que nunca falta; quizá haya que atribuirlo a la escasez de periodistas científicos formados profesionalmente en nuestro país y al poco interés de los medios –sobre todo los televisivos– en pagarles un sueldo adecuado), cabe preguntar, ¿qué descubrió realmente Curiosity en esta ocasión?

La respuesta la da el artículo publicado en la revista Science por John Grotzinger, del Tecnológico de California (Caltech), y sus colegas (el equipo que supervisa la misión Curiosity consta de más de 400 especialistas). Se descubrieron “rocas sedimentarias de grano fino, que por inferencia representan un antiguo lago”.

La rocas sedimentarias, recordará usted de la secundaria, son las que se forman cuando se depositan pequeños granos rocosos, normalmente suspendidos en agua, que con el tiempo van convirtiéndose en un sedimento que finalmente se cementa y solidifica. Su presencia, por tanto, permite suponer que hubo agua (Curiosity y otras misiones han hallado otras evidencias de la presencia de agua en el pasado remoto de Marte). Y donde hubo agua, podría haber habido vida. Pero de ahí a suponer que la hubo hay un abismo.

Curiosity ha estado tratando de detectar, por métodos fisicoquímicos de análisis, la presencia de carbono proveniente de materia orgánica en la superficie de Marte. Pero no ha logrado pruebas claras: por un lado, hay materia orgánica que se forma en el espacio por procesos químicos, sin necesidad de vida, y que cae en Marte. Por otro lado, la materia orgánica que pudiera haber quedado como prueba de la existencia de antiguas bacterias en Marte probablemente habría sido ya destruida por los rayos cósmicos y ultravioleta, u oxidada por los percloratos que abundan en el suelo marciano.

De cualquier modo, los datos reportados en el artículo permiten suponer que, si hubiera habido vida en Marte, un lugar factible habría sido el lodoso fondo del lago que quizá existió en el cráter Gale. Y es más:, las bacterias que hubieran vivido ahí probablemente habrían tenido que ser quimiolitótrofas, es decir, capaces de utilizar para sus funciones metabólicas la energía que se libera en reacciones químicas, cuando ciertas moléculas inorgánicas se oxidan y otras se reducen (existen bacterias así en la Tierra, que no realizan la fotosíntesis ni se alimentan de compuestos orgánicos producidos por otras formas de vida… pero normalmente se hallan sólo en ambientes muy raros, como las grandes profundidades del subsuelo).

De cualquier modo, sin exageraciones, la evidencia de que Marte podría haber albergado agua, y quizá vida, se acumula. Si llegara a confirmarse esto último, eso querría decir que la vida podría existir también en muchos otros sitios en el universo. Que quizá no estamos tan solos. Al final, la emoción sí se justifica.

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2 comentarios:

Ribozyme dijo...

La falta de rigor no se debe a la escasez de periodistas que sepan de ciencia, si no a la poca seriedad en general de los medios masivos de comunicación, como lo demuestra el argüende que se hizo a nivel internacional sobre que supuestamente Michelle Obama se enojó porque su esposo se tomó una "selfie" con los primeros ministros de Inglaterra y Dinamarca (ésta última, una rubia guapa, por lo que se insinuaron hasta celos… en serio) en el funeral de Mandela. Eso para nada es cierto, como lo explica la persona misma que tomó la foto, en este link:

The story behind that selfie

Es simplemente que el sensacionalismo vende...

MythMaistro dijo...

Las noticias científicas dirigidas al "gran público" parece que deben ser lo más escandalosas posibles, esto para que la atención caiga sobre ellas.
Es un círculo vicioso: no enseño ciencia - no me interesa la ciencia - no enseño ciencia.
La educación básica nos debería impulsar a todos a estudiar lo que nos guste con la misma naturalidad con que actualmente nos impulsa a beber desde temprana edad o a discriminar a los que son o creemos que son) diferentes. Es desde ahí donde se deberían de estar formando los científicos y desde ahí donde el "gran público" debería conservar un interés por la ciencia.