miércoles, 6 de mayo de 2015

Rechazo irracional

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario,  6 de mayo de 2015

La semana pasada narraba yo aquí la curiosa discusión que tuve con una lectora creyente en la homeopatía, que al mismo tiempo era consciente de la contradicción entre ésta y los principios de la medicina científica que había conocido en sus lecturas, y mi frustración al sentir que sería difícil que cambiara sus creencias.

Una pregunta que yo y muchos de mis colegas divulgadores nos hacemos es: ¿cómo puede la gente creer tantas tonterías seudocientíficas? Algunos toman el camino fácil y lo adjudican a que “la gente es tonta o ignorante”. Discrepo tajantemente: querer fomentar la cultura científica de los ciudadanos partiendo del desprecio hacia ellos es lo más opuesto a la labor cultural, educativa y de comunicación que realiza un divulgador científico digno de ese nombre.

Pero ¿y entonces? ¿Por qué se esparcen y proliferan tantas creencias irracionales o carentes de sustento, mientras que el conocimiento basado en la evidencia y comprobado sistemáticamente es tan fácilmente rechazado por amplios grupos de la población?

Respecto a la homeopatía, por ejemplo, el Consejo de Investigación Médica de Australia (NHMRC) emitió en marzo pasado un dictamen en el que, tomando en cuenta una revisión independiente de varias investigaciones sobre el tema, una evaluación de la información que ofrecen los propios homeópatas, así como reportes sobre la homeopatía realizados por gobiernos de otros países (como el Reino Unido), llega a la siguiente conclusión: “no existen padecimientos médicos para los cuales haya evidencia confiable de que la homeopatía resulte efectiva”. Y recomienda: “la homeopatía no debe usarse para tratar padecimientos de salud que sean crónicos, serios, o que pudieran volverse serios. La salud de las personas puede ponerse en riesgo si rechazan o retardan los tratamientos de cuya seguridad y efectividad sí existe buena evidencia” (es decir, la medicina científica).

Sin embargo, los creyentes siguen confiando en la homeopatía (y tantas otras seudomedicinas). Aun en contra de la evidencia clínica, sienten que “les funciona”. A esto ayuda que los promotores de la homeopatía (una industria multinacional cuyas empresas llegan a facturar anualmente, tan sólo en Europa, más de mil millones de euros), además de vender su mercancía, hacen cabildeo (lobbying) a través de sus grupos de presión comercial y política para que en distintos países la charlatanería homeopática se pueda seguir vendiendo sin control de las autoridades, se siga aceptando como una terapia segura (no siempre lo es) y hasta siendo subsidiada con dinero público.

Pero no es sólo en ideas relacionados con la salud donde se halla esta credulidad: también está presente, por ejemplo, en temas ambientales. Un ejemplo hoy muy presente es la oposición al cultivo y consumo de organismos genéticamente modificados o transgénicos, especialmente vegetales. Los argumentos en su contra van desde lo ideológico (son antinaturales), pasando por lo médico (pueden causar cáncer o alergias) y lo ambiental (pueden alterar los ecosistemas o contaminar los genomas de especies nativas), hasta lo social (se prestan a abusos que rayan en lo criminal por parte de las trasnacionales agrobiotecnológicas que los venden a los campesinos).

Sólo los dos últimos argumentos tienen bases reales que valdría la pena investigar. El segundo ya ha sido descartado, luego de que durante años millones de personas hayan consumido vegetales transgénicos sin que existan casos de daños a la salud. Y el primero es cuestión de opinión, que en todo caso, no debería imponerse a quien no la comparta.

Pero, nuevamente, la actividad de grupos de interés “ambientalistas” y opuestos a los transgénicos (que, si bien no tienen el poder económico de las empresas biotecnológicas, sí cuentan con lobbies que las apoyan en diversos países) ha logrado que la imagen de los transgénicos como algo nocivo y peligroso, que debe ser evitado a toda costa, se haya propagado globalmente y goce de gran aceptación entre el ciudadano medio.

En un interesantísimo estudio hecho público el pasado 10 de abril por la revista Trends in plant science (Avances en ciencia vegetal, en prensa), un grupo de investigadores (biólogos, biotecnólogos y filósofos), de la Universidad de Gante, en Bélgica, coordinados por Marc Van Montagu, exploran las posibles razones para explicar por qué la oposición a los cultivos transgénicos es tan popular, a pesar de la evidencia de que muchos cultivos transgénicos son seguros y útiles (el caso del “arroz dorado” es un ejemplo perfecto y especialmente doloroso: fue enriquecido con dos genes que permiten que sea fuente de vitamina A –que normalmente no contiene– para ayudar a paliar la carencia de esta vitamina que padece un 10 de la población de Asia y África cuya fuente principal y casi única de alimento es el arroz, y que puede causar ceguera; pero su cultivo ha sido bloqueado por los activistas antitransgénicos).

Van Montagu y sus colegas concluyen, luego de tomar en cuenta conceptos provenientes de la investigación en ciencias cognitivas, psicología, evolución, antropología y filosofía, que la extensa oposición a los transgénicos en la opinión pública tiene que ver con la manera en que los seres humanos interpretamos la información. Proponen así un modelo para explicar el rechazo a los datos confiables sobre la seguridad y beneficios potenciales de los cultivos transgénicos.

En versión muy resumida, postulan que este tipo de ideas se benefician de ciertas características del sistema cognitivo que nuestra especie desarrolló a lo largo de su evolución. En particular, la existencia de dos grandes maneras de evaluar la información y tomar decisiones: la intuitiva (que es rápida y “automática” –pues abrevia tomando como reglas la experiencia y una serie de suposiciones “de sentido común”–, y generalmente acertada, excepto cuando se enfrenta a situaciones inusuales) y la racional, que es más lenta, exige un mayor trabajo intelectual, pero que toma en cuenta más datos, y cuyas conclusiones, más difíciles de recordar, pueden llegar a ser poco esperadas o anti-intuitivas, pero más acordes con la evidencia.

Van Montagu y su grupo también proponen tres factores concretos que favorecen el rechazo a los transgénicos: la tendencia natural de la mente humana a: 1) pensar en términos de esencias (el ADN es la esencia de un organismo; modificarlo es alterar esa esencia); 2) interpretar las cosas en términos teleológicos (es decir, de intenciones: “la naturaleza es sabia”; modificarla es “jugar a ser dios”), y 3) sentir repugnancia por ciertas cosas (la modificación genética “contamina” a los organismos). Esto, dicen, genera una actitud de rechazo que lleva a percibir a los organismos transgénicos no sólo como peligrosos, sino como inmorales o pecaminosos. Los autores sugieren también posibles estrategias de comunicación para tratar de combatir la oposición a los transgénicos, con base en información científica confiable.

Estoy seguro de que el tema levantará polémica: habrá quien acuse a los autores de caricaturizar y descalificar a los activistas antitransgénicos a los ciudadanos que se identifican con sus argumentos. Pero al mismo tiempo, estoy seguro que los análisis del tipo que proponen Van Montagu y sus colegas puede ser útil para entender la enorme difusión de otros tipos de ideas contrarias al conocimiento científico aceptado, incluyendo a seudomedicinas como la homeopatía (que promueve también una visión de “defender lo natural” frente a la “deshumanizada” medicina científica, habla de que se combate la enfermedad “por medio de sí misma”, y maneja un discurso cercano al esoterismo en que se “recobra el equilibrio natural” del cuerpo).

En todo caso, entender la propagación de las ideas irracionales puede ser la mejor manera de combatirlas.

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Contacto: mbonfil@unam.mx

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8 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante. Más que comentarios tengo preguntas, espero puedas responderme. ¿No es posible que la diferencia entre la medicina científica y la homeopatica sea una cuestión epistemológica? ¿Por qué aportar toda la confianza en una comprovación metodológica que en muchos casos a fallado como la científica? ( ahí están los casos donde la gente no se cura o donde hay efectos secundarios)En caso de que la homeopatía se comportara como placebo ¿por qué no aceptar los resultados? ¿El problema de la ciencia mëdica no será que estudia la enfermedad y no al enfermo? En fin, tengo muchas más pero me gustaría liberar ëstas. Saludos.

Martín Bonfil Olivera dijo...

Híjole. A ver.

¿No es posible que la diferencia entre la medicina científica y la homeopatica sea una cuestión epistemológica?

No sé que quiera decir esa pregunta. Es decir, sí. Pero toda cuestión que tenga que ver con el conocimiento que tenemos del mundo es por definición epistemológica. El método científico es el mejor que hemos hallado para adquirir conocimiento confiable sobre la naturaleza, que al aplicarse resulta eficaz. En ese sentido. estamos convencidos de que el método científico es epistemológicamente superior a otros método que pretenden producir conocimiento equivalente. La homeopatía no es un producto del método científico, y al ser evaluada científicamente, no produce evidencia de ser útil.

¿Por qué aportar toda la confianza en una comprovación metodológica que en muchos casos a fallado como la científica? ( ahí están los casos donde la gente no se cura o donde hay efectos secundarios)

No. La comprobación metodológica de la ciencia no es infalible, pero es la más rigurosa y con mayores controles de calidad que conocemos. Los casos en que la gente no se cura o en que hay efectos secundarios son esos, casos en que la respuesta hallada no es correcta o no lo suficientemente correcta. El que la ciencia falle ocasionalmente (no la mayoría de las veces, ni de lejos) no la descalifica. Y mucho menos justifica a seudociencias como la homeopatía.

En caso de que la homeopatía se comportara como placebo ¿por qué no aceptar los resultados?

Porque por definición, un placebo es algo que NO TIENE EFECTO. Mucha gente lo entiende mal: como si fuera algo que tiene un efecto "mágico", "mental", "pisicosomático", de "mente sobre el cuerpo", etc. Pero no: "efecto placebo quiere decir que el supuesto tratamiento tiene EL MISMO EFECTO que NADA (ojo: el efecto placebo se observa en un grupo de individuos, haciendo estadística, NO en una persona). Si la homeopatía es un placebo, quiere decir que NO sirve para NADA.

¿El problema de la ciencia mëdica no será que estudia la enfermedad y no al enfermo?

NO. Eso de "estudia la enfermedad y no al enfermo" es sólo una frase hecha que los homeópatas usan para engatusar bobos. La medicina científica estudia a los pacientes en muchos niveles, según sea necesario y pertinente. Algunas enfermedades se pueden tratar con base en un simple análisis clínico, basándose en los síntomas. En otros casos se requieren análisis clínicos, y en otros más estudios mucho más profundos. En ciertos casos la historia clínica, e incluso un estudio más personal de la vida y antecedentes de la persona, e incluso de su estado y experiencias mentales, psicológicas y personales puede ser útil. pero en muchos casos no.

Precisamente mucho del éxito de los homeópatas se debe a que dedican mucho tiempo al paciente, platican con él, lo hacen sentir comprendido, cálido y confortable, y hacen así que se sienta mejor. Pero la sensación subjetiva de sentirse mejor no equivale a una mejora objetiva en el estado de salud del paciente. Por eso la homeopatía es "efectiva" ante situaciones que tienen mucho que ver o pueden ser influidas por la percepción del paciente: dolor, malestar general, asma, incluso irritaciones, etc. Pero no ante padecimientos que son independientes del estado mental y la percepción: una infección, una fractura, un tumor, una alteración metabólica.

Saludos.

Fobos3_1 dijo...

A ustedes les pasa lo mismo que a las abuelas que quieren convencer a su nieta adolecente de que el tipo con el sale es un gañan. Todas las evidencias de que el tipo es un vago, de que anda con varias muchachas e incluso de que está feo como murciélago son inútiles debido a una sencilla razón: la muchacha no está enamorada de una persona sino de la imagen que tiene de esa persona. Y como tal, esa “imagen mental” totalmente dislocada de la realidad es muy flexible, y resiste cualquier embate de la lógica y las evidencias. Quien padece de este amor adolescente puede adaptar su “imagen mental” a voluntad con el único objetivo de sentir alivio a las críticas, las cuales desde luego le son desagradables. Es un mecanismo de autoconsuelo que nada tiene que ver con la lógica o peor aún, con las evidencias.

Y en este sentido difiero contigo en cuanto a tu rechazo a la afirmación “La gente es tonta e ignorante”. Esta frase puede ser ofensiva en cierto contexto pero también puede ser descriptiva en el más puro sentido. Aceptarla como realidad permite ajustar las estrategias. Negar la realidad de un público objetivo es lo que produce tanta frustración entre los divulgadores (y en general entre cualquiera que quiera “crear” algún tipo de conciencia). Este es un error muy común entre quienes poseen un cierto nivel de inteligencia y cierta orientación político social (específicamente la creencia de que todos somos iguales). No todos somos iguales. Al igual que existen los genios (personas cuyas capacidad intelectuales están muy por encima del promedio) también existe la gente tonta, personas que por definición hacen muchas tonterías, tienen baja capacidad (capacidad no habilidad) de abstracción, análisis o síntesis. Negar que existe la gente tonta es como negar que existen los feos. Pueden esgrimirse cualquier argumento ideológico parecido al que los detractores de los transgénicos presentan “Es que todos somos iguales ante Dios”, etc, etc. ¿Y a que va todo esto? Para mí, la labor del divulgador científico es de atracción, no de convencimiento. Para lo segundo existen métodos que ya están muy desarrollados y de los cuales la religión y la política son expertos y poco tiene que ver las evidencias y la razón. Hay gente cuyo estructura mental simplemente rechaza la ciencia y lo que esto representa. Tratar de abonar estas mentes es como sembrar semillas en el vidrio.

Bien el artículo aunque con algunas falacias que valdría la pena aclarar, como ejemplo cito una (falacia de generalización apresurada) “habla de que se combate la enfermedad “por medio de sí misma””. El principio por el cual se refuerza el sistema inmunológico de los seres vivos es ese mismo que tú criticas. Exposición a pequeñas cantidades de agentes infecciosos desencadena en el organismo la formación de anticuerpos, permitiendo al organismo exponerse a cantidades cada vez mayores del agente infeccioso volviéndolo inmune en ciertas ocasiones. Es también el principio activo de muchas vacunas. Valdría la perna una aclaración de porqué se desdeña ese principio para los que nos somos científicos.

Felicidades por el blog

Anónimo dijo...

Como de costumbre, Bonfil no entiende que el informe australiano no concluye que la homeopatía no funcione, incluso lo dice en sus conclusiones: hay pruebas limitadas. Ojalá que pudieras decirme la equivalencia lógica entre no funciona y pruebas limitadas. Obviamente no son lo mismos. Además, si te hubieras leído el informe completo habrías notado que ahí se habla de que el criterio para rechazar los estudios fue esencialmente el tamaño de la muestra, y los estudios que cumplían dicho tamaño misteriosamente fueron excluidos de la revisión Optum. Para un análisis de este informe mirar aquí:

http://explicandoalexplicador.blogspot.mx/2015/04/homeopatia-xv-evidencia-clinica-i.html

Anónimo dijo...

Las respuestas de Bonfil son incorrectas:

1) No creo que el método científico sea el "mejor" método. Pero asumiendo que así lo fuera ¿me puedes indicar en los siguientes estudios donde no se aplica el "método científico"? (Si es que existe un método científico). De ahí, ¿me puedes decir donde está que ninguno de los siguientes estudios produce "evidencia"? Y mejor aún, ¿útil respecto a qué?

Widom & Srivastrava. 2010. The Biophysical Basis of Benveniste Experiments: Entropy, Structure, and Information in Water. International Journal of Quantum Chemistry.

Ryzhkina, Kiseleva, Murtazina & Konovalov. 2012. Effect of ultralow concentrations and electromagnetic fields. Doklady Physical Chemistry

Bellavite, Marzotto, Olioso, Moratti & Conforti. 2014. High-dilutions effects revisited. 1. Physicochemical aspects. Homeopathy.

Montaigner, Assia, Ferris & Lavallé. 2010. Electromagnetic signals are produced by aqueous nanostructures derived from bacterial DNA sequences. Interdisciplinary sciences.

Mahata. 2012. Dielectric dispersion studies indicate change in structure of water by potentised homeopathic medicines. Journal of de Instituions of Engineers.

Langer, Bajpai & Spielmann. 2014. Identification of unknown homeopathic remedies by delayed luminiscence. Cell Biochemistry and Biophysics.

Cifra, Fields & Farhadi. 2011. Electromagnetic cellular interactions. Progress in Biophysics and Molecular Biology.


2) ¿Cuál es tu justificación de que la homeopatía es una falsa ciencia? Muchos de los supuestos críticos de la homeopatía jamás han podido mostrar un criterio de demarcación consensuado, menos aún, los principales todos han fallado al momento de aplicarlo:

https://homeopatiayseudoescepticismo.wordpress.com/2014/11/05/analisis-de-ciencia-para-nicolas-homeopatia/

https://homeopatiayseudoescepticismo.wordpress.com/2015/02/22/jose-miguel-mulet-salort-critica-al-libro-medicina-sin-enganos/

https://homeopatiayseudoescepticismo.wordpress.com/2013/02/10/mario-bunge-i-que-son-las-seudociencias/

3)Bonfil afirma que: "Si la homeopatía es un placebo, quiere decir que NO sirve para NADA."

¿En serio? Que extraño que no digas absolutamente nada del metaanálisis publicado por el Robertson Centre for Biostatistics, que dicho sea de paso en la jerarquía de los niveles de pruebas, tiene mucho más peso que el informe Australiano:

http://www.systematicreviewsjournal.com/content/3/1/142

Las conclusiones son muy claras:

`There was a small, statistically significant, treatment effect of individualised homeopathic treatment that was robust to sensitivity analysis based on ‘reliable evidence’.´

c) Luego Bonfil asegura que la relación médico paciente es el elemento determinante de que la homeopatía funcione por mero placebo, que porque es más larga y eso mágicamente al mismo tiempo hace doble función; cura y no cura objetivamente. ¿Les has preguntado a esos pacientes cómo se sienten? ¿Qué datos tienes tú para hacer semejante bardo? ¿Estás seguro de que la homeopatía trata sólo enferemdades de tipo sicosomáticas?

Pues que raro que no digas nada de esto:

http://www.pbhrfindia.org/

Estos médicos trabajan en varios hospitales del mundo, incluyendo el MD Anderson Cancer Texas o con los proyectos de investigación de la Armada de los Estados Unidos y el Samueli Institute. Pero de eso no dices nada, en tu lucha anti homeopatía se te cae la cuchara del mole, la recoges y metes en la cazuela como si no hubiera pasado nada.



Consuelo González Ordóñez dijo...

Sr. Bonfil, sería honesto contestar al señor que firma como homeopatiayseudoescepticismo. Por un lado. Por el otro, usted se cansó de llamarme irresponsable, tonta, ignorante y más, ante las preguntas y el testimonio que le ofrecí sobre la homeopatía. Ahora y en su anterior artículo "critica" a quienes ofenden así a sus lectores... Me tiene confundida, por decir lo menos. Es triste que un "divulgador de la ciencia" con el prestigio suyo, adopte esas actitudes. Mal ejemplo para quienes quisieran seguir ese camino. Buenas noches.

Sexto Empirico dijo...

Con una buena alimentación y un cuerpo en forma y joven casi todas las enfermedades las puede manejar nuestro sistema inmune. En realidad sólo tendríamos que recurrir a antibióticos y antivirales en casos extremos. En lo personal, he descubierto que por lo general el mejor tratamiento es un parasetamol(para evitar el malestar), un buen alimento y una rica cama. El uso indiscriminado de los antivirales y antibióticos probablemente cause el surgimiento de sepas resistentes. Aunque según la edición de Marzo o Abril de la NatGeo Magazine, la mayor parte de los antibióticos en estados unidos son administrados por la industria ganadera :C

Grr dijo...

Consuelo de Holguín:

Bonfil practica continuamente el doble rasero de rasgarse las vestiduras cuando se tocan sus axiomas o aliados, pero ofender y festejar las ofensas a sus adversarios. Algunas evidencias pueden verse en este comentario

Aparte de eso, Bonfil suele citar fuentes fraudulentas como soporte, confiado en que el grueso de sus lectores supondrá que alguien tan cientifiquísimo está muy fundamentado.

Un ejemplo de ello es lo analizado en este comentario: Bonfil usa como referencia y llama "datos certeros" al documento de NCAHF, una organización fraudulenta, que fué calificada por la Corte de Apelaciones de California como "indigna de crédito". Si gusta, puede encontrar un análisis de NCAHF, su documento y el fallo de la Corte de Apelaciones de California en esta serie de artículos

Otro ejemplo es la mención del informe australiano, con el que todos los predicadores seudo-escépticos han estado machacando. A Bonfil se le "olvida" mencionar que en el comité que generó el informe se incluyó a un miembro de la organización seudo-escéptica Friends of Science-based Medicine, mientras que se ignoraron los señalamientos y ofertas de colaboración de la Asociación Homeopática Australiana, entre muchas más irregularidades que fácilmente llevan a calificar en informe australiano como al menos ciencia basura, y más seguramente como munición mediática para que los charlatanes puedan señalar "pruebas" al público ignorante.

Para un reporte de algunas de las trapacerías y fraudes del informe australiano que Bonfil pretende hacer pasar por referencia científica, puede consultar este artículo