miércoles, 9 de febrero de 2011

Soberbia científica

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en 
Milenio Diario, 9 de febrero de 2011



Por si usted temía que esta columna dejara de aparecer debido a mi participación en el Suicidio Masivo Homeopático llevado a cabo el pasado sábado, déjeme decirle que lamento decepcionarlo. El suicidio fue un rotundo fracaso: nadie murió.


El evento, promovido por la organización Espejo Escéptico (www.espejoesceptico.com) y llevado a cabo frente a la Secretaría de Salud, tenía como objeto protestar contra la promoción de la homeopatía como un método eficaz de curación. No se trató de una protesta aislada ni original, sino parte de un movimiento global en el que participaron activistas escépticos (es decir, defensores del pensamiento racional frente a las charlatanerías y seudociencias) de países como Inglaterra (donde se originó el movimiento anti-homeopatía), Estados Unidos, Alemania, Australia, Holanda, Suiza, Argentina, Francia, Finlandia, Filipinas, Austria, Bélgica, Portugal, Hungría, Canadá, Israel, Polonia, Rumania, Chile, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica... ¡y hasta la Antártida!


Este columnista consumió frasco y medio de glóbulos de Arsenicum album (anhídrido arsenioso), en una concentración homeopática de 30C (equivalente, según fuentes homeopáticas, a una concentración química de 10–60 (10 a la potencia de –60, es decir, 0.00000000000000000000000000000000000000000000000000000000001, un punto seguido de 59 ceros y un uno). Frente a la preocupación de algunos amigos –y de mi santa madre–, que temían que incluso una concentración tan baja de arsénico pudiera ser peligrosa, aclaré tal dosis equivalía a una gota de “tintura madre” de arsénico diluida en un volumen de agua equivalente a cien millones de galaxias. Incluso el agua de la llave tiene concentraciones más altas (de hecho, como el Arsenicum album está formado por moléculas, y no puede subdividirse infinitamente, la probabilidad de que en un chochito –o en un frasco– dado haya incluso un átomo de arsénico es prácticamente nula... ¡por mucho!).


Por supuesto, recibí numerosos mensajes criticando, atacando o descalificando el evento y mi participación en él (incluso algunos despistados creyeron que yo lo había organizado). Bien; cada quien tiene derecho a su propia manera de pensar. Pero la protesta era contra la tendencia, compartida por las autoridades mexicanas de salud, a gastar dinero público en una terapia que, demostradamente, carece de eficacia.


La homeopatía, como puede verificar en la red quienquiera que desee hacerlo, se basa en principios comprobada y comprobablemente falsos: la creencia en una “fuerza vital” innata a las sustancias y los seres vivos (reflejo del  vitalismo del siglo XVIII, hoy completamente obsoleto), la idea de que entre más se diluya (y se agite) una sustancia, más se libera dicha fuerza, y el principio sin base de que “lo semejante cura lo semejante”.


Frente a esto, la ciencia médica y la química farmacéutica, ambas basadas en evidencias, ofrecen tratamientos no infalibles (eso sería magia), pero sí demostrablemente efectivos.


Si esto es soberbia científica frente a las mal sustentadas pretensiones de la homeopatía (y otras “medicinas alternativas” fraudulentas), es, por más que suene mal decirlo, una soberbia bien fundamentada.


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12 comentarios:

Antonio dijo...

Muy cierto. Pueden decir lo que quieran pero es preferible un soberbio Dr. House que salva la vida de sus pacientes que un amable Dr. Homeopatito que juega con las ilusiones de quienes creen en su pseudociencia.

Me acordé del documental "The enemies of reason" de Richard Dawkins y su reflexión sobre lo bien que lo hacen sentir los proveedores de terapias alternativas en contraste con lo fríos y directos que son los médicos que tuvieron que sacrificar días y noches para entender el estado del arte de la ciencia médica.

De la foto, ahí está el buen Héctor a.k.a. ControlZape a punto del suicidio ¿Falleció o fracasó también? Y el que está a su lado ¿Es el famoso Ramas? El de espaldas ¿Es el zombi Ribozyme? Éste último no lo creo, que anda muy ocupado como para viajar al DF sólo para suicidarse pudiendo morir en Zacatecas.

Un abrazo.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Tocayo, una duda colateral: ¿es viable que esta propuesta / protesta, se haga extensiva al GDF? porque acciones parciales, parecieran que ademas del fin objetivo que enuncian, manejan tambien algun sesgo politico.

Ebrard ha seguido una estrategia de imagen personal y politica de no quedar mal con nadie, y eso se reflejó perfectamente en uno de tus post ya antiguo, donde no solo el GDF incluía a la homeopatía en su esquema de salud, sino otras terapias ampliamente combatidas aqui en tu blog...

¿Alguna dependencia del sector salud del DF recibirá alguna protesta parecida, en vista de que su decision de inclusion de "medicinas alternativas" es parecido al sector salud federal?

Y que bueno que no se suicidaron.
Saludos.

^_^ El norteño que vino del sur ^_^ dijo...

¡¡¡Qué imprudencia!!! ¿Tomaron precauciones con los "suicidas" diabéticos? Esas cantidades de azúcar pudieron matarlos.
Por cierto, para curar la diabetes, los homeópatas, ¿también administran chochitos de azúcar?

Amla Led Senoiculover dijo...

Interesante... Yo, que me declaro escéptico y considero la charlatanería como una forma vil de ganar dinero, me jacto en mi experiencia propia para dejar en el aire el beneficio de la duda ante algunas cosas.

Quizás habría que reconocer que la homeopatía juega más un papel social y sus beneficios se obtienen en tanto el paciente se mentaliza a curarse. No me parecería raro que dicha "medicina" le funcionara a las personas por ser placebo. Yo recuerdo clarísimo, cuando mi madre vivía, que usaba chochitos homeopáticos para adelgazar. Los guardaba con celo para que no fueran mal ingeridos. Yo, como buen niño amante de la azucar, hacía lo imposible para comerlos... nunca me perjudicaron (de no ser por el regaño y la nalguiza de mi madre...) En general, le servían. Quizás porque le implicaba una motivación y comía más saludable. Era claro que cuando dejaba sus tratamientos, engordaba por depresión y mala alimentación.

Por otra parte, y en contraste, te recomendaría investigar de un tal Dr. Ohashi. El señor se dedica a "curar" cancer con "fitoterapia". No tengo la certeza de que el señor sea un farsante o no, más porque yo vi, con mis ojitos santos, como el cancer de tiroides que tenía mi abuela fue desapareciendo. El señor da unas dietas horribles, da un medicamento indeseable que sabe a vinagre, es caro (aunque no tanto en comparación con la quimioterapia), pero he visto con mis propios ojos cómo al menos una persona desahuciada de cáncer hace seis años sigue viva y no gracias a la medicina alopática. La duda será, ¿a caso la "medicina alternativa" le ha ganado una batalla al cáncer?

Eso nadie lo sabrá, hasta que mi abuela acceda a hacerse una biopsia.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Alivá: a mi me parece interesante y atendible lo que reseñas de tu abuela y de su disminucion del cancer. Y testimonios como el tuyo, debe haber mas.
Yo creo: ¿que mas da si es "alternativa" o aceptada la terapia... para mi (repito) NO HAY MAS AGUA QUE LA QUE MOJA. Y si cura, algo habrá. Y si cura un tumor por el "efecto placebo"... pues el como quien sabe cómo, pero LO IMPORTANTE es lo que refieres: EL TUMOR DISMINUYO. Biopsia de por medio, chance y desaparecio o desaparecerá.
De cualquier manera, QUE BUENO POR TU ABUE. Sinceramente.

Antonio dijo...

Alivá: Creo que es importante distinguir entre el caso de tu mamá y el de tu abuela. Tu mamá usaba homeopatía y además tú supones que al usarla se sentía con mejor ánimo para cuidar sus hábitos alimenticios. Se trata de una anécdota bastante honesta de tu parte que no le da ninguna validez a la homeopatía mas allá de un soporte emocional al que lo usa honestamente convencido de su efectividad.

Pero el caso de tu abuela es diferente. Dice que ella usó fitoterapia, que no es más que herbolaria, o sea la oficina tradicional que se ha desarrollado durante siglos en forma empírica y se ha transmitido por tradición formando un cuerpo de conocimiento que más recientemente ha sido organizado y sistematizado por medio del método científico. No sé si pueda decirse que el señor Ohashi curó a tu abuela, pero si lo hizo no puedes decir que su curación no se debió a la medicina alopática, ya que este término es la forma en que la homeopatía clasifica a la práctica médica que no usa el principio de "lo similar cura lo similar" de Hahnemann.

Por cierto, y sólo "for the records", el caso de tu abuela es sólo otra anécdota. Disculparás la franqueza, pero aunque no soy médico "alópata" (tengo el certificado Boiron de homeopatía), sé que en enfermedades como el cáncer existen casos de remisión espontánea.

Suena excelente que tu abuela se esté recuperando, pero sería mucho mejor que antes de cantar victoria se hiciera la biopsia o la prueba que fuera necesaria para comprobar que en realidad el cáncer se está curando, no sea que le pase lo que a Peter Sellers famoso caso de daño colateral durante una batalla tristemente ganada por la medicina alternativa.

Un abrazo

Un abrazo.

Gerardo Gálvez-Correa dijo...

Leinad y Antonio:

Me parece que lo primero sería dejar bien sentado el diagnóstico inicial. ¿Cómo se llegó a la conclusión de que la respetable abuela tenía una enfermedad de la glándula tiroides?

¿Qué enfermedad? ¿Era un tumor? ¿Qué clase de tumor? ¿Era bocio? ¿O adenoma? ¿Un quiste? ¿O alguna otra variedad de tumor benigno?

Según estoy leyendo en la (rancia) 5a. edición de Patología estructural y funcional, de los señores Cotran, Kumar y Robbins, "la mayor parte de los carcinomas tiroideos bien diferenciados tienen receptores de estrógenos". Tal vez eso signifique que el status hormonal de la paciente afecte la evolución del tumor.

Y de su evolución es de lo que estamos hablando.

Las siguientes preguntas necesarias son: Si el diagnóstico fue confirmado por dos o más patólogos mediante biopsia, ¿en que etapa de la enfermedad se encontraba la paciente? Y ... Además de la fito... (no me atrevo a llamarla "terapia"), ¿la respetable abuela recibió tratamiento oncológico convencional, científico, comprobado?

Una última pregunta, tan malévola como las otras: dado que hay variedades de cáncer de tiroides que, sometidas al tratamiento convencional (científico: el único que hay) tienen tasas de sobrevida de aproximadamente 90% a 20 años, ¿qué llevó a la paciente a rechazar el tratamiento que sí cuenta con pruebas a su favor?

Debo aclarar que estas preguntas no son para que me las contestes a mí: no soy investigador de presuntas curaciones mágicas, alternativas o milagrosas. Simplemente creo que son las preguntas mínimas (tal vez me falten varias, incluso más pertinentes) que una persona tendría que hacer antes de poder declarar: he atestiguado un caso de curación espontánea de cáncer.

Afectuosamente ofrezco disculpas por la longitud del texto.

Antonio dijo...

Gerardo Gálvez-Correa: Es cierto. Antes había que aclarar que el diagnóstico original era el correcto.

Además escribí "oficina" en lugar de "medicina".

Me encontré hoy con este excelente texto del Dr. Novella (http://theness.com/neurologicablog/?p=2818) referente a la homeopatía en su blog Neurológica, en el que refuta el error común de considerar que la homeopatía es equiparable a la medicina natural o herbal, además de recordar que el hecho de que los medicamentos homeopáticos no hagan daño, no significa que la homeopatía no sea peligrosa, y mencionar el nuevo reto de James Randi a los defensores de la homeopatía.

Luis Martín, por favor no leas el texto que enlacé. No quiero sentirme responsable de algún descalabro intelectual causado por este "ladrillazo académico", no vayas luego a andar diciendo que yo empecé...

Un abrazo.

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Jajaja, ¡ah que tipo!
...no importa si ni en cuenta te hago, no importa si el primero en soltarla eres tu:
"no vayas luego a andar diciendo que yo empecé..." tu tranquilo, no hay necesidad que yo "ande diciendo" algo.

Gerardo Sifuentes dijo...

Aunque la intención del 'movimiento escéptico' es clara, me parece que este tipo de acciones son contraproducentes en un país como México, ya que puede servir como publicidad gratuita para las nociones que pretende combatir; si bien el método científico demostró la ineficacia de la homeopatía, el grueso de la población estaría invitada a hacer lo mismo, a 'probarlo por si misma' –y el efecto placebo haría el resto del trabajo-.
Creo que pueden existir mejores maneras de erradicar este tipo creencias o charlatanerías.
Saludos

Concepción dijo...

Martín:
Muy sexy tu Darwin Power, me gusta!
Saludos
M.

Grr dijo...

Una característica que la homeopatía comparte con la alopatía es que se necesita tomar la dosis a lo largo de un tiempo, para que en el organismo se alcance una concentración que empiece a producir resultados.

Pensando en que las dosis homeopáticas ( una dosis típica 6C ) son cuando menos seis órdenes de magnitud inferiores a las alopáticas, se podría suponer que la necesidad de esperar a la concentración mínima es aún más válido para la homeopatía.

El hecho de que se pretenda que dos cosas completamente disímiles operen de la misma forma es una muestra de la naturaleza propagandística de usar charlatanería para construir "ciencia".

Seguramente estos charlatanes y sus líderes estarían dispuestos a "demostrar" que el ahimsa ( la doctrina enarbolada por Gandhi ) es una doctrina falsa en base a que no pudieron dar un golpe de estado con ella.

Pero ellos están tranqulísimos pensando que son muy científicos.