miércoles, 23 de octubre de 2013

La ciencia y las noticias

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 23 de octubre de 2013

¿Por qué aparecen tan poco la ciencia y la tecnología en las noticias?

Noticieros, periódicos y otros medios de información sistemáticamente (con salvedades, como Milenio Diario y otros pocos) ignoran los temas de ciencia, o bien los cubren muy superficialmente. Frecuentemente, sólo reproducen los boletines que se reciben de agencias internacionales. Y los relegan, invariablemente, a las últimas páginas o minutos del noticiario… si no hay algo más importante que los deje fuera.

Hay excepciones, claro: cuando se anuncian los premios Nobel o cuando ocurre un descubrimiento excepcional (la clonación de la oveja Dolly, la construcción del Gran Colisionador de Hadrones, el desciframiento del genoma humano…). Pero en general, se piensa que la ciencia “no vende”. Y quizá sea cierto: la demanda de estas noticias es baja en un país donde la cultura científica promedio de la población no pasa de lo que se estudia en ciencias naturales en primaria, secundaria o cuando más bachillerato. (Sin mencionar el bajo nivel de desempeño escolar en general, revelado por las pruebas Pisa y Enlace, y el ínfimo índice de lectura de los mexicanos… pero esos son otros problemas.)

Otros retos que enfrenta el periodismo científico son que frecuentemente, cuando un reportero cubre una nota, llega a cometer errores o tergiversar la información (o bien, no la entiende, por estar expresada en un lenguaje especializado, y se limita a reproducirla literalmente, con lo que el lector tampoco entiende nada…). También ocurre que resalta algún aspecto secundario y deja pasar el meollo científico de la noticia, o bien simplemente no sabe qué preguntar cuando se encuentra ante el experto. Todo ello se debe a una sola razón: la carencia de periodistas especializados en cubrir la fuente científica. En México las escuelas de periodismo no enseñan periodismo científico.

Estos y otros retos fueron discutidos la semana pasada, entre expertos nacionales e internacionales (de España, Venezuela, Argentina, Brasil, Estados Unidos e Inglaterra), así como por funcionarios e investigadores científicos, en el 1er Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, organizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en Mérida, Yucatán, y en el cual tuve el privilegio de participar.

Imposible reseñar todas las visiones, propuestas y debates compartidos. Pero la discusión fue rica y fructífera. Quedó claro que hay acciones concretas que pueden hacerse para impulsar este periodismo, y ayudar así a mejorar la apreciación pública de la ciencia, a difundir la cultura científica y a poner la ciencia en manos de los ciudadanos.

Si los (relativamente pocos) periodistas científicos mexicanos especializados (yo me considero un mero columnista, más que un periodista en todo el sentido de la palabra) han sido hasta ahora bastante renuentes a formar una asociación nacional, como las que existen en muchos países, eventos como éste pueden servir como sustituto para reunirlos a conocerse y discutir. Felicidades a Conacyt y demás entidades que organizaron este primer evento, que en próximas ediciones promete ser un gran apoyo para colaborar a la profesionalización y el reconocimiento del periodismo científico en México. Bastante falta nos hace.

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