miércoles, 1 de octubre de 2014

Pensar el periodismo científico

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
Publicado en Milenio Diario, 1 de octubre  de 2014

Inauguración del Seminario
Pocas cosas influyen tanto en las sociedades contemporáneas como la ciencia y la tecnología. Carl Sagan, el famoso astrónomo y divulgador científico, escribió en su libro El mundo y sus demonios: “Hemos organizado una civilización global en la que los elementos más cruciales(...) dependen profundamente de la ciencia y la tecnología. También hemos organizado las cosas de forma que casi nadie comprende la ciencia ni la tecnología. Ésta es una receta para el desastre.”

La principal función del periodismo es informar. En particular, el periodismo especializado en ciencia –periodismo científico– proporciona información en materia de ciencia y tecnología al ciudadano común, el que no es aficionado a estos temas, manteniéndolo informado de las novedades, combatiendo la desinformación que muchas veces se hace pasar por ciencia sin serlo, ayudándolo a tomar decisiones basadas en datos confiables, e incluso fomentando su cultura científica.

La semana pasada tuve el privilegio de asistir a la segunda edición del Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, organizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en Quintana Roo (24 al 26 de septiembre). En él, con la asistencia de especialistas en periodismo científico de diversos estados de nuestro país, así como de naciones como España, Venezuela o Argentina, se continuó con el trabajo iniciado el año pasado en la primera reunión, celebrada en Yucatán.

Ahí se discutió, se pensó colectivamente, se conocieron nuevas ideas y se hicieron propuestas para mejorar la calidad, así como la penetración, del periodismo científico profesional –pues en su mayoría, por mucho tiempo, fue más bien improvisado– en México.

Entre otros temas, se discutió el acceso libre a la información científica, el uso de nuevas tecnologías digitales, y la nuevas narrativas en el periodismo del siglo XXI. Tres de las propuestas que más llamaron la atención fueron la creación de un repositorio nacional de la información científica producida por las instituciones de investigación públicas, la de una agencia de noticias científicas por parte del Conacyt, y la de una organización gremial que agrupe a los periodistas especializados en ciencia para promover su profesionalización, impulsar la calidad de su trabajo y ayudar a que los medios reconozcan la necesidad de contar con especialistas en esta fuente periodística (pues uno de los principales problemas del periodismo científico en México es que los editores de los medios, así como sus directivos, suelen considerar a la ciencia como una curiosidad, noticias secundarias (soft news, en la jerga periodística), algo que cualquier periodista puede cubrir, y la relegan a los lugares menos importantes de sus espacios).

En lo personal, me llamó la atención que muchos colegas den por hecho que el periodismo científico se reduce a la función y a los géneros meramente informativos, dejando de lado otras funciones del periodismo (formar, entretener, llamar a rendir cuentas…) y otros géneros, como los de opinión (un ejemplo de los cuales es esta humilde columna). Si duda el periodismo que informa con rigor y oportunidad sobre los temas de actualidad en ciencia y tecnología resulta fundamental; pero también lo es aquel que lo haga de forma amena, fascinante, y que muestre las historias y las pasiones humanas que conectan a la ciencia con todo el resto de la cultura humana. (En mi opinión, puede haber periodismo científico de investigación, confrontativo, de entretenimiento, de opinión, etcétera. Como dijo Ricardo Raphael de la Madrid, uno de los conferencistas invitados el evento, “cualquier cosa se vale, menos decir mentiras”.)

Felicidades al Conacyt (y al CIDE) por organizar este amplio evento. Seguramente en futuras ediciones continuará dando frutos para fortalecer una especialidad útil y muy necesaria en nuestro país.

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Contacto: mbonfil@unam.mx

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4 comentarios:

Ribozyme dijo...

Eso de que los editores de la prensa mainstream consideren "de relleno" las noticias de ciencia es un problema gravísimo. Por lo general los motiva a no tener periodistas que entiendan de ciencia y eso lleva a que las notas que salgan son, como mínimo, sensacionalistas, y muchas veces francamente desinformativas. Ve uno cada barbaridad publicada, con titulares sensacionalistas como "descubren una nueva terapia para el cáncer", y resulta que se han hecho experimentos sólo en cultivos de células y dista mucho de saber que funcione en tumores en el cuerpo humano, pero poner "posible cura" o "fármaco que pudiera llegar a ser útil" no atrae igual a los lectores en la mente de los editores y periodistas. Lo ve uno en sitios como "Investigación y Desarrollo", que es como el Rusia Today de la ciencia en español, e incluso en divulgadores más serios de los cuales mejor no doy nombres para que luego no haya ofendidos (obviamente, no es el caso con Martín). Y luego está el caso en que la postura ideológica de la publicación contamina seriamente a las notas de ciencia publicadas en ella, como sigue siendo el caso de La Jornada y las notas sobre cultivos transgénicos, donde rutinariamente publican falsedades que han sido más que refutadas.

A veces creo que me gustaría hacer algo de periodismo científico de crítica, de llamar a cuentas a los que diseminan nociones falsas, creo que va con mi temperamento, pero habrá que esperar a que mi salud mejore, ya que ésta me ha llevado a virtualmente abandonar mi blog e incluso a comentar menos en lugares como éste.

Martín Bonfil Olivera dijo...

Yo creo que serías un gran divulgador, querido Ribo!

Anónimo dijo...

Sólo voy a expresar mi punto de vista no pretendo tener la razón:

...pero el éxito del periodismo científico también tiene que ver con la importancia que el público le pueda dar. Supongo que los periodistas y sus directores hacen esa clase de títulos por pensar que de otra forma no interesarán al público. Y es que en gran parte parece que es así. Y es que no en balde los títulos sensacionalistas por decir lo menos, tienen tanto éxito en comparación con los otros que no lo tienen. No del periodismo, pero de otras formas de divulgación de la ciencia (?) Vasta (¿o basta?) recordar los soporíferos títulos de la colección la ciencia para todos... Personalmente creo que debe transmitirse al público la emoción de descubrir la ciencia sin faltar en el rigor mínimo para no desvirtuar el mensaje del tema científico tratado y además no caer en espectáculos patéticos como se presentan en algunos infames canales de televisión de paga. Personalmente los artículos de Daniel Martin Reina, me parecen ejemplos excelentes. Entretenidos e informativos. Al menos como lector humilde de la revista de "Cómo ves?" así me lo parece.

Anónimo dijo...

Espero que dentro de las actividades planeadas, se incluya otra idea enunciada por Carl Sagan en su "Cerebro de Broca": sobre que los científicos deberían debatir públicamente y de forma regular con los defensores de ideas "mágicas" o frudulentas, sin fundamento, etc. (llámenlas como ustedes quieran). En ese sentido los divulgadores de la ciencia actuarían como intermediarios o moderadores. Este tipo de encuentros o debates sin duda atraerían mucho la atención general, digámoslo directamente: tienen una parte de "show" o espectáculo y tienen el transfondo de educar, informar y entretener. Pudiendo difundir estos actos a travéz del internet, ya no estamos sujetos a lo que las cadenas televisoras dicten, asi que !! NO HAY PRETEXTOS ¿HE? !!!