miércoles, 5 de abril de 2006

La amenaza de los cerditos light

La ciencia por gusto
La amenaza de los cerditos light

Martín Bonfil Olivera

No hay nada más parecido al corazón de un hombre que... el corazón de un cerdo.

No soy antimachista ni me refiero a ningún candidato presidencial. Es un hecho comprobado: por su fisiología y tamaño, un corazón porcino es excelente modelo para estudios del funcionamiento cardiaco que sería imposible realizar con humanos. También han sido usados para transplantes, con resultados poco halagüeños debido al rechazo inmunitario (así que no se sabe si el corazón de puerco haría que los pacientes se volvieran más sucios, patanes o indolentes), así que la relación entre cochinos y humanos sigue siendo básicamente que nosotros nos los comemos.

En este esquema carnicero, la genética moderna ofrece promesas, como la presentada en MILENIO Diario el pasado 4 de abril: la obtención de cerdos transgénicos que producen ácidos grasos omega-3, presuntamente buenos para la salud, en vez de los insalubres omega-6.

A decir del reporte publicado en la revista científica Nature Biotechnology, la verdadera meta del experimento, más que producir jamón o tocino light, era estudiar qué sucede con el corazón de los cerdos en un ambiente con alta concentración de grasas omega-3. Para ello se utilizó un gen de la lombriz Caenorhabditis elegans (muy estudiada por los biólogos y ganadora de un premio Nobel reciente) que le permite transformar grasas omega-6 en omega-3 (el nombre, por cierto, se refiere a qué tan lejos -3 o 6 carbonos- del extremo, llamado omega por la última letra del alfabeto griego, se encuentra un doble enlace en la cadena de carbonos que forma la molécula).

El gen lombriciento se introdujo en células embrionarias de cerdo y éstas se fusionaron con óvulos porcinos para producir cerdos clonados (el mismo método con que se obtuvo a la oveja Dolly).

No han habido, hasta ahora, airadas protestas de grupos ecologistas, quizá porque los genes de cerdo no andan por ahí propagándose en el aire. Pero no dudo que pronto se alzarán voces de alarma. En el ínter, quizá algún día los cerditos light sí logren llegar a las carnicerías y sustituyan al pescado, hoy fuente preferida de estas grasas, con frecuencia contaminada con mercurio. Mientras tanto, los beneficios de los omega-3 para prevenir males cardiacos y cáncer están siendo cuestionados por otros estudios recientes. ¡Ah, la ineludible incertidumbre de la ciencia!

mbonfil@servidor.unam.mx

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