miércoles, 20 de mayo de 2009

¿Cuál genoma mexicano?

por Martín Bonfil Olivera
Publicado en Milenio Diario, 20 de mayo de 2009

Con bombo y platillo se presentó el 12 de mayo el “genoma del mexicano”.

Pero según el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), lo que se presentó fue el “mapa del genoma de los mexicanos”. La distinción importa porque no hay un genoma único que compartamos todos los mexicanos. Cada ser humano tiene su propia combinación de genes. Y aunque la variación entre individuos es mínima (0.5 por ciento), es lo que nos hace únicos.

Los medios dieron también la impresión errónea de que se leyó letra por letra la información del “genoma mexicano”.

En realidad el estudio, titulado “Análisis de la diversidad genómica en poblaciones mestizas mexicanas” fue mucho más modesto. Examinó diferencias en pequeños marcadores genéticos entre 300 individuos de siete grupos: seis de mestizos y uno de zapotecos.

Es una versión pequeña del llamado “HapMap”, o “mapa de haplotipos”: estudio de marcadores genéticos en distintos grupos poblacionales del mundo. Servirá para relacionar la variabilidad genética con la susceptibilidad de las poblaciones a enfermedades (de ahí lo de “medicina genómica”).

El Inmegen concluye que valdría la pena realizar un mapa de haplotipos de la población mexicana. El estudio es el borrador de un borrador que permitiría comenzar a desarrollar la medicina genómica en México.

Pero leyendo las declaraciones de Felipe Calderón (“Entramos a la medicina del tercer milenio”, "Tendremos salud de primer mundo", "Se podrá prevenir el desarrollo de enfermedades como el cáncer, diabetes, hipertensión u obesidad, etc.), parecería que ya estamos en el primer mundo.

La realidad es distinta: al Inmegen le falta apoyo. Opera en instalaciones inapropiadas —un edificio de oficinas donde no se puede trabajar con radiactividad ni microorganismos— y la construcción de su edificio definitivo está plagada de irregularidades. Tuvo hasta recientemente una rígida estructura jerárquica en que sólo su director podía tomar decisiones.

Y la situación es general: el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), fundamental en la epidemia de influenza, es “obsoleto e inseguro”, reportó el lunes MILENIO. Como publicó en primera plana El Universal, “México paga su abandono a la ciencia”.

Ante las carencias del sistema de investigación en salud, simular que México es una potencia científica suena deshonesto.

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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Asi es Tocayo, nuestro pais, en tantos rubros subdesarrollado, tambien en infraestructura cientifica lo está.

Es el propblema DE LA COBIJA CORTITA. Cuando se tapa la espalda, se descobijan los pies. L a cobija es el presupuesto con que se cuenta, en este pais no desarrollado y por lo que se ve, va para largo.

Como ustedes los cientificos lo dirian: hay que analizar las causas, ademas de las consecuencias. Las consecuencias son un desarrollo cientifico DEFICIENTE, pero igual es en carreteras, en ferrocarriles, en aeropuertos, en salud, en educacion... LA CAUSA, es que como pais NO SOMOS COMPETITIVOS, no logramos avanzar en el concierto economico internacional; se genera POCO y eso poco esta MUY MAL REPARTIDO.

Pero lo que nos ocupa, que es la ciencia en Mexico, bueno, felicitaciones por este mapagenomico mexicano.

Luis Martin Baltazar Ochoa, Guadalajara, Jalisco

Mario Mora dijo...

y no servira de algo que se haga publicidad de algo incompleto? creo que por lo menos ya nos enteramos que algo se esta haciendo y pues se puede dar seguimiento pra que se cumpla.
falta mucho por hacer, pero por algo hay que empezar.

Ribozyme dijo...

Bueno, Martín, es que en política, y especialmente en nuestro país, lo que cuenta no es lo que se hace, sino lo que se da la apariencia de estar haciendo. La percepción pública, pues. Los dos gobiernos PANistas que nos ha tocado sobrellevar han aplicado ese principio aun mejor que las alimañas, tepocatas y víboras prietas, resultando aun más alimañas, tepocatas y víboras prietas que sus predecesores. No es que abogue por volver a aquellos tiempos pero, en mi percepción, la época durante la cual ha habido más apoyo gubernamental al desarrollo de ciencia y tecnología fue durante los sexenios de Salinas y Zedillo.

Lo de la cobija cortita es un pretexto que el mismo gobierno se ha inventado para este propósito en particular. Existen estándares internacionales de cuánto de lo que tiene debe gastar un país en diversos rubros, y para investigación y desarrollo se debe de utilizar el 1% del producto interno bruto (al cual se suponen proporcionales los impuestos, dinero del cual dispone un gobierno). El gobierno mexicano no le dedica ni la mitad. En cambio, los países de la Unión Europea están buscando apegarse a un estándar del 2% del PIB. Si aparte de mucha lana, tienen esa voluntad, no es de sorprenderse que nos hayan dejado tan atrás en esos aspectos los países desarrollados.

Intentando hacer ciencia en Mexico dijo...

Del abismo existente entre la realidad y las declaraciones de Calderón y la gente de Televisa ("un parteaguas nacional", "un antes y un después") al respecto del mapa del genoma de los mexicanos se hablará el proximo lunes 25 en el programa Espiral de Canal 11. Al menos dos de los más reconocidos genetistas mexicanos, el Dr. Rubén Lisker y el Dr. Humberto Nicolini, estarán en el programa.

Ribozyme dijo...

El último comentario me trajo a la mente otra observación que he hecho dentro de la ciencia mexicana: la sobreabundancia de apellidos extranjeros...

Carlos Guevara-Casas dijo...

Hola martín , me encantó tu texto sobre el inmegen, igual te interesa la última entrada de mi blog sobre el mismo tema
saludos!!